Johnson y Guterres alertan de efectos «catastróficos» de una invasión rusa

En una reunión programada para abordar la escalada militar en el este de Europa, Johnson y Guterres subrayaron la «responsabilidad de los Estados de cumplir sus obligaciones bajo la Carta de las Naciones Unidas», informó un portavoz de Downing Street, despacho oficial del jefe de Gobierno británico.

Los países miembros de la ONU, esgrimieron, deben respetar la «soberanía e integridad territorial» del resto de Estados.

Durante su conversación, Johnson trasladó al secretario general que existen «pocas evidencias» de que Rusia esté reduciendo su contingente militar frente a las fronteras ucranianas, según indicó su portavoz oficial.

Abordaron asimismo la necesidad de que todas las partes trabajen de «buena fe» para implementar los Acuerdos de Minsk, un asunto que se abordará este jueves en el Consejo de Seguridad de la ONU.

El secretario de Estado para Europa, James Cleverly, representará al Reino Unido en esa reunión, informó Downing Street.

Johnson y Guterres acordaron continuar trabajando para impulsar una «resolución diplomática urgente» al conflicto en Ucrania y «evitar una desastrosa escalada militar y una crisis humanitaria».

 

Eurocámara aprueba enviar 1.200 millones de euros en ayuda urgente a Ucrania

El Parlamento Europeo aprobó este martes una propuesta para enviar un paquete de ayuda financiera a Ucrania de 1.200 millones de euros, en préstamos y subvenciones, con vistas a dar un apoyo rápido y reforzar la capacidad del país ante el conflicto con Rusia.

La propuesta de la Comisión Europea salió adelante con 598 votos a favor, 55 en contra y 41 abstenciones. Los embajadores de los Estados miembros ya habían dado también su visto bueno el pasado viernes.

Bruselas había planteado esta ayuda macrofinanciera el pasado 24 de enero, cuando anunció también que comenzaría a trabajar en un nuevo programa de apoyo «a más largo plazo para apoyar los esfuerzos de modernización del país» y que duplicaría este año su ayuda bilateral a Ucrania en forma de subvenciones con otros 120 millones de euros.

La ayuda aprobada hoy se prolongaría durante doce meses y se desembolsaría en dos tramos; el primero (de 600 millones) se entregaría «con rapidez» tras la aprobación de la propuesta y entrada en vigor de un documento de «medidas específicas de política estructural» acordadas entre Bruselas y Kiev.

El segundo tramo, por su parte, estaría «vinculado a la aplicación continua y satisfactoria» tanto de un programa del Fondo Monetario Internacional como de las medidas políticas de este documento consensuado entre ambos, en el que previsiblemente entrarán medidas sobre «el fortalecimiento de la resistencia y la estabilidad económicas, la gobernanza y el estado de derecho, y la energía».

El Parlamento Europeo reclamó además este miércoles que las sanciones internacionales a Rusia en el caso de una agresión militar a Ucrania incluyan la expulsión de este país del sistema de mensajería interbancario SWIFT y la paralización de la autorización del gasoducto Nordstream II, que conecta Rusia y Alemania, entre otras medidas restrictivas.

«Apoyamos los esfuerzos diplomáticos de los líderes europeos para rebajar las tensiones e instamos a Rusia a que contribuya a una desescalada inmediata» y «estamos igualmente decididos a apoyar una respuesta contundente en caso de que Rusia siga sin cumplir sus compromisos y obligaciones internacionales y lance un ataque contra Ucrania», señalaron en una declaración conjunta los líderes de los grupos parlamentarios.

La declaración, consensuada en la noche del martes tras días de negociaciones sobre su contenido, condena «el aumento de la presencia militar rusa en Ucrania y sus alrededores, así como su amenaza de agresión militar», que consideran contraria a los principios fundamentales del derecho internacional.

La Eurocámara apoya «sin fisuras» la «independencia, la soberanía y la integridad territorial de Ucrania dentro de sus fronteras internacionalmente reconocidas» y advierte de que «la elección de alianzas de cualquier país no debe estar sujeta a la aprobación de un tercer país».

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