Las unidades de transporte de la empresa Mburucuyá S.A., que operan en Ciudad del Este y que no reúnen las condiciones de circulación, están siendo retiradas de la calle por disposición comunal. Los ómnibus de uno de los itinerarios que cumple la citada línea están siendo sacados de las calles.
La medida se da a consecuencia del accidente con derivación fatal ocurrido la semana pasada, cuando un transporte público de esta línea perdió el volante y el conductor fue a chocar frontalmente por una motocicleta con dos personas a bordo. Una de las víctimas, Juan Ramón Escobar, falleció el viernes y su esposa, Cecilia León, sigue internada con cuadro delicado.
Los transportes sacados de circulación tienen diferentes faltas como, por ejemplo, cubiertas en mal estado, estructura mecánica a base de soportes precarios, estado deplorable del interior de los mismos, entre otros. Esto, según la verificación de los ómnibus que fueron traídos al patio de la Dirección de Transporte de la comuna esta mañana.
Entre el 75% y el 80% de los transportes públicos que circulan por las calles de Ciudad del Este no está en condiciones. Es lo que admitió el fiscalizador Édgar Vera, esta mañana, en entrevista colectiva.
Así como en otras oportunidades, desde la Dirección de Transporte Público insisten en que se realizan los controles rutinarios, pero que ni bien empieza la fiscalización, los conductores se avisan y van por otros trayectos para burlar el control.
Otra medida a la que recurren frecuentemente es a la regulada en los horarios, cuando se anuncia o se realizan controles, como está ocurriendo hoy y cientos de usuarios se quejan de que llevan esperando una hora los transportes y no aparecen.
El intendente Miguel Prieto Vallejos anunció este fin de semana, a través de su cuenta en redes, que la municipalidad rescindirá contrato con la empresa Mburucuyá por incumplimiento de las condiciones de servicio. La medida anunciada no aplacó las críticas a la gestión municipal por el pésimo sistema de transporte público en la ciudad y las muy malas condiciones de los ómnibus, admitidos por los propios fiscalizadores. LN