La construcción del segundo puente sobre el río Paraná, sin dudas, marca un antes y un después en la región de las tres fronteras y sobre todo en las comunidades afectadas directamente como Presidente Franco, Paraguay y Foz de Yguazú, Brasil.
El jefe del Departamento de Obras e Infraestructura de Itaipú Binacional, Fernando Barúa, refirió que habrá un boom económico y laboral que favorecerá a muchos sectores.
Mientras, el Puente de la Integración está a escasos metros de lograr la nueva unión física entre Franco y Foz, en su entorno avanza la construcción de los accesos que conforman el Corredor Metropolitano del Este.
Más allá del impacto positivo que tendrá la ejecución de las obras complementarias, en cuanto a generación de empleos, el comercio también va a potenciarse como ocurrió con Ciudad del Este. Igualmente, potenciará el comercio de importación y exportación, así como también fortalecerá el desarrollo del turismo.
Este mes de agosto se cumplieron tres años de la colocación de la piedra fundamental. La monumental estructura en sí ya es un atractivo, a esto se le debe sumar las obras complementarias, que están en plena ejecución por el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), que abarca un tramo urbano de unos 10 kilómetros que cruza por Franco y luego el tramo rural que tendrá 30 kilómetros de longitud, pasando por Cedrales y Minga Guazú, terminando en el kilómetro 17 y medio de la ruta internacional PY02.
INVERSIONES. Remarcó que esta unión física ofrecerá todas las garantías de seguridad y viabilidad para la demanda de tránsito actual y futura.
Sobre el avance de la construcción del Puente de la Integración, rememoró que el pasado 8 de agosto se cumplieron 3 años de la colocación de la piedra fundamental en la zona donde se erige la estructura. Puntualizó que se está viviendo años atípicos; la crisis sanitaria, la inflación y crisis económica y, sin embargo, Itaipú logró mantener el proyecto dentro de los precios de mercado.
El Puente de la Integración Paraguay-Brasil es una obra financiada por Itaipú, por valor de USD 84 millones. Fue diseñado para cubrir la actual y creciente demanda de vehículos en la zona de la Triple Frontera.
El ingeniero Jorge Areco, fiscal de obras de la Binacional, sostuvo que esta estructura fue definida sobre la base de estudios de calculistas españoles y con estrictas normas internacionales, estipulando la cantidad de carga que vaya a recibir, por lo que la seguridad de la superestructura está garantizada. Explicó que los 470 metros de vano libre son como una estructura única y lo que hacen los tensores es contrarrestar el peso que vaya a tener el tablero del puente, además que irá a la columna principal y anclada a la caja de equilibrio.