Peñarol 2-Olimpia 1: Expreso con motor averiado

Olimpia no aprovechó un favorable primer tiempo en Uruguay, se durmió una vez más en el segundo y sufrió una derrota por 2-1 contra Peñarol, que lo deja último en el Grupo G. El Expreso Decano, que venía a gran velocidad, sufrió una importante merma en su marcha.

Más raro no pudo haber sido el primer tiempo, manejado por Olimpia, que generó las mejores ocasiones de gol, pero que fue al descanso en desventaja. Muy pocas veces un equipo paraguayo, actuando de visitante, cierra una etapa con superioridad en posesión del balón (54%), en remates al arco y precisión de los pases. Parecía que el partido se cumplía en Asunción y no en las afueras de Montevideo.

En un pasaje, el juego se tornó luchado. Richard Ortiz generó un susto por un golpe en la rodilla izquierda. El capitán fue asistido y continuó, aunque ya se lo vio disminuido.

Derlis planteó un forcejeo, Menosse aceptó el reto y el olimpista, con viveza, lo dejó pagando para exigir a Dawson. Luego, el protagonismo fue “avícola”. Recalde tuvo tres oportunidades propicias para marcar. El golero aurinegro evitó la anotación del “Pollo”.

Se iba la fracción inicial. Bentancourt asistió a Ramos, quien anotó de zurda. Tan tranquila estaba la última línea franjeada que hasta se durmió en esta acción.

Una historia repetida. El arranque “somnoliento” de los jugadores del Decano en la complementaria. “Pachi” Carrizo, con reciente pasado en Cerro Porteño, le ganó en la corrida a Antolín y definió picando ante Olveira.

El Decano perdió el foco y cuando lo recuperó, acortó distancias mediante la pirueta de Walter González, luego del pase de Recalde.

Faltaba mucho, el empate estaba al alcance (como en algún momento el triunfo), pero el representante paraguayo se quedó con las manos vacías. El nuevo resultado adverso obliga a replantear muchas cosas en el “Bosque”, en el que se debería armar una especie de campamento y dejar los festejos para otro momento, para intentar salvar el semestre internacional que pintaba bien. A nivel local, la suerte parece estar echada. Abc

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