Importantes precipitaciones de los últimos días en Alto Paraguay llevaron alivio a la población que soporta meses de aguda sequía. Los caminos que se vuelven trampas siguen siendo el reverso.
Tras meses de aguda sequía, en algunos sectores de la Región Occidental se registraron hasta 200 milímetros de agua caída. Esto vino a aplacar un poco la acuciante necesidad de agua en el Chaco, aunque resultó insuficiente para llenar los tajamares comunitarios. Como contracara, resulta que apenas llovió los caminos se volvieron verdaderas trampas de lodo; sobre todo, en el tramo que conduce a Bahía Negra, donde se volvió una odisea para la gente llegar a destino. Mientras los pasajeros tuvieron que empujar un colectivo para poder atravesar una parte del camino, camionetas 4×4 quedaron atrapadas en el lodazal.
No obstante, las importantes precipitaciones registradas en Alto Paraguay llevaron alivio a la población en general, que soporta meses de aguda sequía. Varias comunidades indígenas pasaron penurias ante la falta de abastecimiento de agua potable.
La lluvia llegó incluso a acumularse hasta más de 200 mm en algunas estancias de productores de ganado, donde el beneficio es sumamente relevante. En zonas urbanas y comunidades indígenas cayó de manera dispareja.
Para los asentamientos más alejados que comprenden Toro Pampa, San Carlos y María Auxiliadora –el fin de semana último– se llegó a acumular hasta 100 mm. Según los vecinos, sirvió para juntar agua en los aljibes y tambores.
Los chaqueños –a lo largo y ancho de la Región Occidental– anhelaban un poco de lluvia; más aún, en las últimas semanas, cuando se registraron temperaturas extremas.
El acueducto fallido de Puerto Casado y la insuficiente distribución de agua potable en los camiones cisternas, proveídos por la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN) y las FFAA, prolongaron la agonía de los pobladores. Más de 2.000 habitantes de las localidades señaladas cifraron esperanzas en que el acueducto sepulte el calvario que suelen soportar ante la carencia del líquido vital.
Entienden que un acueducto, que lleve agua del río Paraguay desde Fuerte Olimpo hasta Toro Pampa –distante a 65 km– del lecho fluvial puede ser una solución al drama de la escasez de agua que por décadas padecen. UH