En juicio oral y público llevado a cabo en el Poder Judicial de Ciudad del Este, un hombre fue encontrado culpable por los hechos punibles de violencia familiar y coacción grave, siendo condenado a dos años de pena privativa de libertad. La fiscal acusadora fue Natalia Montanía, de la Fiscalía de Hernandarias.
El sentenciado está identificado con las iniciales de P.P.C. La víctima llegó a perder a su bebé estando en gestación, ante el acoso violento del que fue objeto por parte de su expareja. La condena se logró después de casi cinco años de haberse radicado la denuncia.
Según los antecedentes, el hombre es casado y a la vez mantenía una relación de pareja con la víctima, a quien maltrataba física y psicológicamente. A raíz de esta situación, la mujer decidió cortar el vínculo amoroso, pero el hombre no aceptó la decisión y desde ese momento empezó a perseguirla. El hoy condenado era funcionario de Itaipú en ese tiempo.
La persecución fue tal que llegó a acosar a la mujer a través de las redes sociales, pese a la existencia de órdenes judiciales que prohibían un acercamiento. El acoso llegó al extremo de que la víctima era perseguida en vehículo cuando ella se desplazaba en el suyo a algún destino.
De acuerdo a lo que fue abordado en el juicio, en una oportunidad, se vio obligada a arrojarse de su automóvil para evitar un accidente mientras estaba siendo perseguida. A consecuencia de aquel episodio, la víctima perdió su bebé.
Finalmente, la afectada realizó la denuncia el 26 de junio del 2017 y el Ministerio Público inició la investigación hasta la condena de P.P.C. El tribunal que dictó el fallo estuvo presidido por la magistrada Lourdes Morínigo e integrado por sus pares Evangelina Villalba y Óscar Gabriel Genez.