La Escuela N° 633 San José, de Puerto Paranambu en el distrito de Ñacunday, tropieza por grandes dificultades porque es otro año escolar en el que soporta la falta de aulas por obras no terminadas y que ya llevan varios años en la misma situación.
Tratándose de una escuela con jornada extendida, el riesgo es mayor para alumnos y profesores porque deben estar en medio de locales no terminados. Es lo que explicó el director, profesor Ángel Ramírez.
Informó que en la escuela hay construcciones no terminadas que datan incluso desde el año 2017 y que están a cargo del MEC. Citó el caso de una sala para la primera infancia, otras seis que “se hacen en cuotitas desde antes de la pandemia”, según el docente.
Igualmente señaló que habiendo pasado tanto tiempo sin que se terminen las obras, se vieron en la obligación de utilizar tres aulas que debieron ser arregladas y no fue así, lo cual pone en riesgo a todos porque deben manejarse en medio de construcciones inconclusas.
El director de la Escuela San José indicó que en estos años envió notas al Ministerio de Educación pidiendo solución al problema y no hubo respuesta positiva hasta ahora.
Son 300 alumnos desde el pre-jardín hasta el noveno grado en la Escuela San José. La empresa que tiene a su cargo la construcción es el Consorcio Serra.
De acuerdo a lo explicado por el profesor Ángel Ramírez, otras seis escuelas de Ñacunday están en la misma situación con obras también a cargo de la constructora contratada por el MEC, Consorcio Serra, pero sin terminar en los plazos establecidos y la mayoría iniciadas desde antes de la pandemia.
Son las siguientes: Escuela N° 1326 San Luis Gonzaga, de Puerto Itaipyte; Escuela N° 4322 2 de Octubre, de la Colonia 8 de Diciembre; Escuela N° 5487 San Roque González de Santa Cruz, del barrio San Roque Itaipyte; Escuela N° 3615 Escuela Virgen de Caacupé, de la comunidad Torocua´i; Escuela N° 5489 Lomas Valentinas y Escuela N° 3616 Walter Bertoni, también de la comunidad Lomas Valentinas. LN