«Las fuerzas armadas rusas continuarán la operación militar especial hasta que se cumplan los objetivos fijados», dijo Shoigu en una rueda de prensa difundida en la televisión estatal.
Rusia busca la «desmilitarización» y la «desnazificación» de Ucrania, así como proteger a Rusia de la «amenaza militar creada por los países occidentales», afirmó el ministro.
Mientras que crece el número de víctimas civiles en Ucrania, el ministro negó que las fuerzas rusas apunten contra infraestructuras civiles o residenciales, y aseguró que las fuerzas ucranianas las utilizan como escudo para protegerse de los ataques de Moscú.
«Lanzacohetes múltiples y morteros de gran calibre están instalados en los patios de los inmuebles cerca de escuelas y jardines en infantes», dijo Shoigu.
Vladimir Putin había formulado las mismas acusaciones, alimentando el temor a una multiplicación de los ataques en zonas urbanas.