Con mucho dolor los familiares y amigos despidieron este martes a la joven Katia Brítez, quien fue víctima de feminicidio este domingo en Lambaré, Departamento Central.
Con globos blancos, el pedido de justicia, mucho dolor e impotencia y en caravana, los familiares y amigos acompañaron los restos de Katia Brítez hasta su última morada en el cementerio de Lambaré.
Sus allegados acompañaron caminando sus restos que fueron transportados en un automóvil blanco con las sirenas de la Policía Nacional.
Su hermana Yohana Brítez manifestó a Telefuturo que uno de los sueños de su hermana era viajar por todo el mundo y ser azafata.
Comentó que culminó sus estudios en el 2020 y todavía no tenía la edad reglamentaria para volar por lo que estaba haciendo tecnicatura, más estudios y hace dos meses empezó a estudiar para ser azafata.
Manifestó que al terminar su primer vuelo quería estudiar periodismo deportivo y la recordó como una fanática del Club Olimpia.
“Era fanática del Club Olimpia, iba a la cancha, le encantaba el tema de los cánticos, se sabía todos los cánticos, ella quería ir justamente a la final (de la Copa Libertadores)”, expresó.
Calificó a su hermana como una joven con mucha energía y comentó que ella llegaba “muerta de su trabajo con un cansancio impresionante” y Katia le decía para hacer karaoque, ver películas o series.
“Siempre trataba de hacernos reír, hacía chiste, era una persona con demasiada luz”, agregó.
Mencionó que después de la denuncia contra su ex pareja y de los constantes acosos de los cuales era víctima, Katia se apartó de la familia, “entró como una especie de duelo” y en los últimos meses empezó “a ser otra vez ella”.
“Empezaba a abrazarnos, ella era muy instagrammer, todo subía a sus redes sociales”, relató.
Este viernes Katia iba a cumplir 21 años y estaba planeando festejar con su familia, sin embargo, perdió la vida tras ser atropellada en múltiples ocasiones por un automóvil al mando de su ex pareja.
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