“Se decidió entregar los soldados rusos capturados a sus madres si vienen a buscarlos a Ucrania, a Kiev”, declaró el ministerio ucraniano de Defensa en un comunicado.
Desde el inicio de la invasión rusa, el ministerio del interior ucraniano inunda cada día la prensa de fotos “de infiltrados” rusos capturados, como un hombre detenido con explosivos en su bolsa en un centro comercial de Kiev.
En Kiev, se ven “saboteadores” por todas partes. Se dice que diseminan por la noche minas en los prados y que marcan los techos de algunos edificios. Estos rumores recurrentes, imposibles de confirmar, alimentan la paranoia.