El presidente de la Unión de Gremios de la Producción (UGP), el ingeniero Héctor Cristaldo pidió que se castigue con todo el peso de la ley al grupo de invasores que tomó por asalto una estancia en Itakyry, en el departamento de Alto Paraná, el sábado pasado. Afirmó que, en época electoral, los atacantes actúan con protección de padrinos políticos que sacan rédito a su favor con este tipo de atropellos a la propiedad privada.
“Es año electoral y hay quienes se benefician. Los padrinos políticos se benefician de estos actos (de invasión)”, sostuvo en diálogo con la 680 AM. ”Que la Policía no dé protección a estos violentos. Tiene que haber sanción porque se puede volver a repetir”, alertó. El titular del gremio de los productores insistió que los 17 detenidos deben recibir castigos. “Debemos evitar que senadores y diputados llamen a presionar a fiscales y jueces para salgan libre los responsables del ataque”, puntualizó.
“Un senador de la República promoviendo la violencia. Si dejamos en el oparei se va a repetir y esta metodología se va convertir en una rutina”, añadió Cristaldo en abierta alusión al senador Miguel Fulgencio Rodríguez, del Frente Guasu, quien supuestamente defiende el accionar de los nativos en sus reivindicaciones por la tierra, de acuerdo a los antecedentes registrados en Itakyry.
Detención del cabecilla de la turba
Por la tarde de este domingo pasado, la Policía Nacional procedió a la captura de Rafael Esquivel, alias Mbururu, sindicado como cabecilla de la turba que atacó la propiedad de la familia Torras en Itakyry, al norte de Alto Paraná. El procedimiento estuvo a cargo de agentes de la Unidad de Investigación de Delitos. El hombre ya se encuentra a disposición del Ministerio Público.
El atropello al establecimiento de la citada familia se produjo en la colonia Tape Yke, cuando desconocidos encapuchados ingresaron con violencia y quemaron un tractor, además de golpear a los propietarios. Faenaron animales y causaron varios destrozos en la vivienda, según las evidencias publicadas en los medios de comunicación. Los hermanos Carlos y Pedro Torras, ambos sexagenarios, fueron salvajemente golpeados por los invasores, de acuerdo con la denuncia. Las víctimas fueron despojadas hasta de sus teléfonos celulares.
Según los antecedentes, los presuntos indígenas que serían parte de esta turba habían sido desalojados en dos ocasiones y recientemente fueron reubicados, teniendo en cuenta un conflicto de tierras ante una falta de definición y mensura judicial que guardaría relación con títulos falsificados. LN