En una comunicación con radio Monumental 1080 AM el comisario Hugo Grance manifestó que la víctima fatal Fátima Liliana Rejala Cabrera, de 39 años, era cocinera en una de las residencias de Miguel Ángel Insfrán, alias Tío Rico.
Se trata del hermano del pastor prófugo José Insfrán, en cuya vivienda se manejó en principio que trabajaba la mujer.
Ambos son investigados en el marco del operativo A Ultranza PY por supuesto lavado de dinero producto del narcotráfico. Tanto Miguel como José Insfrán y otros hermanos son buscados por la Justicia
Hasta el momento fue detenido en los procedimientos uno de ellos, Conrado Ramón Insfrán.
«La señora hace tiempo que trabaja con la familia, evidentemente, no como cualquier empleado, seguro algún conocimiento del movimiento de la familia tenía. Mientras que no tengan un elemento que no pueda sostener, no quiero arriesgarme a sostener esa hipótesis», indicó el jefe del Departamento de Homicidios de la Policía Nacional.
Sin embargo, en un momento afirmó que todos los indicios «hacen presumir que fue una muerte por encargo», pero enseguida agregó que solamente «es una de las hipótesis que se estará investigando».
El Ministerio Público se encuentra indagando el homicidio que se registró aproximadamente a las 12:00 del martesen Mariano Roque Alonso, del Departamento Central.
La fiscala Karen Chaparro está a cargo del caso y manifestó que la víctima recibió un disparo de arma de fuego en la cabeza, a la altura de la oreja. Detalló que se detectó en su interior una bala fragmentada en una radiografía que podría ser apta para el análisis.
Según la Comisaría 10ª de Mariano Roque Alonso, dos sicarios llegaron a bordo de una motocicleta hasta la vivienda de Fátima Rejala, ubicada sobre la calle República de Colombia, en el barrio Universo de la citada ciudad, y efectuaron disparos contra la víctima.
El domicilio de la víctima está a pocos metros de las casas que fueron allanadas por agentes de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) en la víspera, en el marco del operativo A Ultranza PY, que cuenta con la colaboración de la DEA de EEUU, la Europol y la Dirección General de Represión del Tráfico Ilícito de Drogas de Uruguay.
El operativo busca desarticular un esquema criminal que se dedica al envío de drogas a puertos de Europa y África y posterior lavado de activos.