El pasto capiaçú demostró una notable resistencia al agua y brinda esperanza a los productores ganaderos de la región. En medio de las inundaciones que azotaron el Departamento de Ñeembucú, una noticia alentadora emerge para la población con el pasto resiliente.
Los productores explicaron que la inundación tuvo un impacto mínimo en el desarrollo del capiaçú. A diferencia de otras variedades de pasto que sucumbieron ante el exceso de agua, el capiaçú se mantuvo firme, conservando su vigor y potencial productivo, lo cual representa un beneficio para los ganaderos.
Esta característica del capiaçú permite contar con una fuente de alimento confiable, incluso en condiciones climáticas adversas. La capacidad del pasto para ser consumido, directamente, por los animales sin necesidad de picadora de forraje reduce, significativamente, los costos de producción.
Impulso a la ganadería en Ñeembucú
La Gobernación de Ñeembucú distribuyó semillas de capiaçú en 16 distritos del departamento, beneficiando a 62 organizaciones de productores e instituciones educativas relacionadas con el agro. Esta iniciativa busca impulsar la producción ganadera en la región y brindar a los productores una alternativa resistente a las inclemencias del clima.
El éxito del capiaçú representa un paso importante hacia un futuro más resiliente y sostenible para la ganadería en la región. Esta variedad de pasto, con su resistencia al agua y su bajo costo de producción, tiene el potencial de transformar la industria ganadera local y mejorar la calidad de vida de los productores y sus familias.