El Banco Central del Paraguay ha presentado su informe de Política Monetaria (Ipom) pronosticando un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del 3,8% para el 2024, basado principalmente en el resurgimiento del sector agropecuario.
Por ende se espera que el sector primario experimente un crecimiento del 4,2%, impulsado por pronósticos climáticos favorables que prometen una temporada agrícola próspera. El sector ganadero proyecta un aumento del 1,6%, respaldado por la reciente apertura del mercado estadounidense y la expectativa de acceso a nuevos mercados internacionales.
La reducción de incertidumbres respecto a la demanda externa ha fortalecido estas proyecciones, a pesar de los riesgos asociados a los precios internacionales de los alimentos, que siguen al alza debido al fenómeno del Niño. Sin embargo, la desaceleración global podría contrarrestar este efecto, manteniendo estables o incluso disminuyendo los precios de los commodities agrícolas y energéticos.
A nivel local, las condiciones climáticas han mejorado significativamente en los últimos meses, especialmente para la producción de soja, con precipitaciones que han impulsado la optimización de cultivos. Aunque persiste la preocupación por niveles insuficientes de lluvia en la región norte de la zona oriental, recientes datos sugieren una mitigación de este riesgo.
Sin embargo, un posible exceso de precipitaciones, atribuible al fenómeno del “Niño”, podría afectar negativamente al sector de la construcción, al tiempo que sería un factor positivo para la generación de electricidad.
Estas proyecciones auspiciosas para el 2024 indican un horizonte alentador para la economía paraguaya, basado principalmente en la fortaleza y el desempeño resiliente del sector agropecuario ante los desafíos climáticos y las dinámicas globales del mercado de commodities. Foco