Tosã, una cachorra de yaguareté que fue rescatada en junio en el Chaco con graves lesiones tras ser atropellada y cuyo caso conmovió a gran parte de la ciudadanía, fue sacrificada luego de varios meses de cuidados y recuperación debido a que se determinó que los daños cerebrales que sufrió eran irreversibles.
Este martes, el refugio silvestre Urutaú anunció la muerte de “Tosã”, una cachorra de yaguareté que se convirtió en centro de atención de la opinión pública el pasado mes de junio, cuando fue rescatada en grave estado luego de haber sido atropellada en el departamento de Boquerón, en el Chaco, el pasado 20 de junio.
En comunicación con ABC Cardinal, el médico veterinario Félix Ali comentó que la decisión de “dormir” a “Tosã” fue tomada porque a causa de las secuelas neurológicas de las lesiones que sufrió no se podía asegurar “una calidad de vida para ella en el futuro”.
El médico comentó que la felina pasó por un período de varios días de “terapia intensiva” luego de ser rescatada en junio, luego del cual comenzó a “dar signos de mejoría”, pero los médicos posteriormente se percataron, por medio de tomografías y resonancias magnéticas, de graves lesiones que las radiografías iniciales no revelaban.
“Se constató que tenía una pérdida cerebral que provocó que pierda la visión y tuviera muchos síntomas nerviosos que controlábamos con medicaciones, pero eran irreversibles”, dijo el doctor Ali.
Tosã pasó por un periodo de terapia intensiva
Agregó que el cuadro de salud de “Tosã” causaba que la gata tuviera que ser alimentada con asistencia y realizara movimientos involuntarios y se autolesionara.
“Costó muchísimo la decisión, pero era lo que teníamos que hacer”, concluyó el veterinario.
“Tosã dejó una huella imborrable en la vida de todos, que alimenta aún más nuestro compromiso con la fauna silvestre del Chaco paraguayo”, escribió por su parte el Refugio Silvestre Urutaú, que se dedica al cuidado y rehabilitación de animales silvestres que sufrieron accidentes, en redes sociales. ABC