Las de Trinidad y Jesús fueron declaradas Patrimonio Mundial por la Unesco en el año 1993 y son lugares de gran referencia turística con miles de visitas anuales, ya sea de connacionales o extranjeros que llegan atraídos por la grandiosa historia de los jesuitas.
Las Reducciones Jesuíticas Guaraníes fueron un conjunto de treinta pueblos fundados en América del Sur, a partir del siglo XVII, por los misioneros de la Compañía de Jesús, entre los aborígenes guaraníes y otros pueblos nativos, con el objetivo de expandir la evangelización.
En el caso de Trinidad del Paraná, es la más visitada quizás porque está en excelentes niveles de conservación y es muy accesible. Está ubicada en el pueblo del mismo nombre a solo 700 metros de la ruta PY06, a 30 kilómetros de Encarnación rumbo a Ciudad del Este.
Por la noche presenta el espectáculo de luces y sonidos con música de la época barroca que se puede oír en todo el sitio, que cuenta con más de 6 hectáreas.
La misión inconclusa de Jesús se encuentra a 12 kilómetros de Trinidad, tiene camino totalmente asfaltado y también es bastante visitada. Ambas reducciones se encuentran a pocos kilómetros de las Colonias Unidas, donde existen lugares de alojamientos, tanto hoteles como posadas turísticas.
PRIMERA MISIÓN. La historia cuenta que cada reducción estaba a cargo de dos o tres jesuitas, al frente de 3.000 a 4.000 indígenas. Los pueblos se desarrollaban en torno a una gran plaza central, alrededor de la cual se construían los principales edificios como el templo, la escuela, la huerta, el cementerio, los talleres y las viviendas de los nativos.
Aunque los jesuitas también dejaron huellas en otros países de la región, Paraguay atesora los restos de dos de las reducciones más emblemáticas: la de San Ignacio Guazú, la primera en ser fundada en el año 1609, y la de Santísima Trinidad del Paraná, la mayor y mejor conservada de todas hasta la fecha.
En Itapúa también se encuentran los remanentes de la Misión Jesuítica Guaraní de San Cosme y San Damián, famosa por ser el centro astronómico de las Misiones. Un lugar que se encuentra a 30 kilómetros de la ruta PY01, de acceso asfaltado y con gran cantidad de visitas diariamente, sobre todo los fines de semana.
En tanto, la Misión de Jesús de Tavarangue, cuya iglesia aspiraba a ser una de las más grandes de la época, quedó inconclusa debido a la expulsión de los jesuitas en el año 1768. Todos estos maravillosos sitios mantienen desde siempre una atracción para los turistas que siempre llegan y recorren todos los sectores de cada una de las misiones. UH