Según relató la madre, la menor de 3 años se encontraba alimentando a las gallinas cuando de repente comenzó a toser sin parar y entonces se acercó a ver qué causaba la tos y encontró dos granos de maíz en su boca.
Como la tos no paraba la llevó rápidamente hasta el Hospital Regional de Encarnación donde los médicos que asistieron a la menor encontraron un cuerpo extraño atorado en la tráquea inferior.
Afortunadamente los médicos lograron extraer el grano de maíz que obstruía su aparato respiratorio y la niña logró respirar nuevamente de forma normal.