El Aedes aegypti, vector transmisor del dengue, Zika y chikungunya, se reproduce en recipientes inservibles, útiles o naturales con agua estancada, de ahí la importancia de identificar y evitar los criaderos.
Liderando la clasificación, se encontraron un total de 63.957 recipientes inservibles, de los cuales el 52 % apuntan a las botellas, siendo los más frecuentes en este periodo.
Según el relevamiento de datos del Servicio Nacional de Erradicación del Paludismo (SENEPA) en las primeras dos semanas epidemiológicas del 2024 se identificaron a las botellas, los registros de agua y las axilas de hojas como los criaderos más frecuentes en barrios priorizados de los departamentos de Central e Itapúa.
Liderando la clasificación, se encontraron un total de 63.957 recipientes inservibles, de los cuales el 52 % apuntan a las botellas, siendo los más frecuentes en este periodo. Para evitar que sea un espacio propicio para que el mosquito Aedes aegypti se reproduzca es primordial tapar o poner boca abajo.
En segundo lugar, están los elementos de uso diario, catalogados por los técnicos del SENEPA como “criaderos útiles”. En este caso, el 40 % de 20.698 objetos examinados corresponden a los registros de agua que se encuentran en el interior de las viviendas. La medida a implementar debe ser la verificación constante para que no se acumule basura en el interior de estos, de manera que el agua esté drenada.
Por último, de los 3.517 reservorios naturales contabilizados, 3.385 corresponden a las axilas de hojas de plantas ornamentales. En estos espacios suele juntarse agua de lluvia o de riego, por lo que es importante inspeccionarlos frecuentemente para derramar el líquido estancado.
Cabe resaltar que esta clasificación se realizó con base de datos recabados en los barrios de: Barcequillo, Central y Cuarto Barrio, de las ciudades de San Lorenzo, Fernando de la Mora y Luque, respectivamente, por el departamento Central; así como en todos los puntos trabajados en los distritos de Encarnación y Cambyretá, por el departamento de Itapúa.
La destrucción de criaderos de mosquitos es una tarea fundamental para prevenir la propagación del dengue, Zika y chikungunya. Cada persona puede contribuir a esta labor, realizando una inspección diaria de su entorno y eliminando cualquier recipiente o depósito que pueda contener agua.