Siara es una niña de 9 años que llegó al Hospital Regional de Encarnación con una fractura en el brazo tras caer de un patín eléctrico, que se maneja solo con los pies, el 1 de octubre. Al día siguiente tras una intervención quirúrgica, sufrió un paro cardiorespiratorio, quedando internada en UTI pediátrica hasta hoy, por 8 meses.
«Los doctores ese mismo día sabían lo que pasó pero hasta ahora no nos dicen, se cubren entre ellos. Estamos casi seguros que fue una sobredosis de anestesia, pero somos pobres y no podemos pagar para que nos ayuden a investigar. Solo esperamos que se recupere sola», afirma Romina Ramírez, madre de Siara.
Sus padres viven en el albergue del hospital cuidándola. No pueden trabajar porque tienen otro hijo de 2 años y esperan un milagro. Realizan actividades solidarias para mantenerse y los ayuda la familia.