Sin sonrojarse, de forma descarada el Intendente Víctor Garay dijo en su discurso que respondió a las exigencias de la Contraloría cuando no supo levantar ninguna de las 28 observaciones de la auditoría a la ejecución de los fondos especiales.
Y si decimos que hay un tufo a impunidad es porque a pesar de la denuncia de la Contraloría General de la República ante la Fiscalía en el caso almuerzo escolar y las evidencias de presunta lesión de confianza, administración de provecho, asociación criminal y otros.
Lejos de explicar a la ciudadanía jesuense donde fueron a parar los Gs. 14.000 millones administrados en 2022, con la arrogancia ya caracterizada, Víctor Garay prefirió autoaclamarse a través de un discurso leído.