Israel y Egipto autorizaron hoy el ingreso de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza desde territorio egipcio a través de la ciudad palestina fronteriza Rafah, y probablemente los primeros camiones llegarán a destino el viernes, informaron fuentes oficiales.
Primero Israel anunció que permitirá el envío de «comida, agua y remedios» desde Egipto a Gaza, bloqueada por el Estado israelí en respuesta al letal ataque lanzado el 7 de este mes desde el enclave palestino por el movimiento islamista Hamas.
Horas después, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, afirmó que su par de Egipto, Abdel Fatah al Sisi, también había autorizado el traslado de hasta 20 camiones con ayuda humanitaria a través del paso de Fatah.
«Ante el pedido del presidente Biden, Israel no frustrará el envío de ayuda humanitaria vía Egipto», indicó el gabinete del primer ministro Benjamin Netanyahu, y agregó que la autorización valdrá «en la medida en que el aprovisionamiento no llegue a Hamas», que gobierna Gaza, según la agencia de noticias AFP.
Luego, Biden dijo que Al Sisi, con quien habló por teléfono al concluir su visita a Israel, «aceptó dejar pasar hasta 20 camiones para empezar» y añadió que era posible que el cargamento no cruce hasta el viernes, ya que la ruta de acceso al paso fronterizo necesitaba algunas reparaciones.
Más tarde, el anuncio de Biden fue confirmado por El Cairo: «El presidente egipcio, Abdel Fatah al Sisi, y el presidente estadounidense, Joe Biden, acordaron suministrar ayuda humanitaria a la Franja de Gaza a través de la terminal de Rafah de forma sostenible», declaró en un comunicado el vocero presidencial egipcio Ahmed Fahmy, sin precisar fechas.
Los anuncios de autorización se produjeron un día después del bombardeo de un hospital que dejó cientos de muertos, y del que Israel y las milicias palestinas de Hamas se acusaron mutuamente.
Antes de que se conociera su autorización, Al Sisi indicó, al recibir al jefe del gobierno alemán Olaf Scholz en El Cairo, que la ayuda humanitaria, bloqueada en la península egipcia del Sinaí, no podía entrar en el enclave palestino a través de Rafah debido «a los bombardeos israelíes».
Al Sisi aseguró que su país «no cerró el terminal de Rafah» fronterizo con Gaza, y responsabilizó a Israel de bloquear el paso, lo que condenó a la muerte a miles de civiles palestinos, entre ellos, mujeres, niños y ancianos.
Desde hace días, centenares de camiones están bloqueados en el desierto egipcio del Sinaí debido a que no pueden entrar en la Franja de Gaza, donde viven 2,4 millones de personas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo ayer que la situación en la Franja de Gaza se estaba «volviendo incontrolable».
«Cada segundo que esperamos para introducir ayuda médica, perdemos vidas», dijo el jefe de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, y destacó que dicha ayuda llevaba cuatro días bloqueada en la frontera entre Egipto y Gaza.
En paralelo, el presidente egipcio, advirtió que un éxodo masivo de palestinos de la Franja de Gaza hacia Egipto podría ser una primera etapa antes de «un desplazamiento similar» de Cisjordania hacia Jordania, y terminar así «con la causa palestina en detrimento de los países vecinos».
«La idea de forzar a los gazatíes a desplazarse hacia Egipto llevará a un desplazamiento similar» de palestinos de Cisjordania hacia Jordania, «lo que hará imposible el establecimiento de un Estado palestino», alertó el mandatario.
La contienda, iniciada por una ofensiva de Hamas en territorio israelí, causó miles de muertos de ambos lados y obligaó a desplazarse a más de un millón de personas dentro de Gaza.
La «opinión árabe» es sensible a «la causa palestina, que es la más grande de todas las causas», agregó Al Sisi.
Por su parte, Israel aprobó la evacuación de ciudades cercanas a la frontera con Líbano a medida que continúa la guerra y luego de los ataques de Hezbollah contra militares israelíes desde territorio libanés en los últimos días.
Hoy mismo, el Ejército israelí abrió fuego de artillería contra «objetivos» al otro lado de la frontera después de registrar varios tiroteos contra sus militares en puestos de control fronterizos, los cuales fueron reclamados por Hezbollah.
Este nuevo intercambio de ataques se produce tras el lanzamiento de cohetes contra puestos militares israelíes desde Líbano, informó la agencia de noticias Europa Press.
Tras estos últimos hechos, el Gobierno israelí dio el visto bueno al ministro de Defensa, Yoav Gallant, y las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) para tomar medidas en cualquier momento, aunque esto no implica la evacuación inmediata, según informaciones del diario Haaretz.
Esta medida afectaría principalmente a las localidades situadas -a una distancia de entre dos y cinco kilómetros de la frontera libanesa, incluida la ciudad de Kiryat Shmona.