Además de los asaltantes, los vendedores y compradores finales, también los informáticos son una pieza fundamental dentro del mercado negro de celulares robados. La Policía describe cómo funciona el negocio.
Durante el operativo Blacklist, desplegado entre la Fiscalía y las fuerzas del orden en las galerías Bonanza y San Miguel del Mercado 4, se incautaron más de 200 celulares y fueron aprehendidas nueve personas. Todavía quedan 15 bolsas de teléfonos por revisar.
El Crio. Diosnel Alarcón, jefe del Departamento contra el Cibercrimen de la Policía Nacional, explicó que, los involucrados en el mercado negro son: los asaltantes (motochorros, ladrones a pie, descuidistas callejeros y de eventos), los reducidores que tienen sus tiendas en el mercado, los informáticos que reacondicionan el dispositivo y los compradores finales (el ciudadano).
“Hay muchísima demanda en los mercados informales y ahí viene el tema de los reducidores y los muchachos que son técnicos reacondicionan para poner a la venta”, comentó Alarcón.
Sin contar con los subregistros, hay más de 12.000 teléfonos bloqueados, reportados como robados anualmente. Calculando un promedio de un millón de guaraníes por dispositivo, el negocio supera el millón de dólares.
Lo primero que hacen los asaltantes, detalló, es buscar información dentro del dispositivo, principalmente datos de la cuenta bancaria para vaciarla o utilizarla. Esto, tomando en cuenta que mucha gente anota la contraseña en el teléfono.
También buscan fotografías comprometedoras para extorsionar al propietario, en caso de que las tuviera. Una vez descartadas o consumadas estas opciones llega hasta el “emprendedor” que tiene su tienda en el mercado y compra los teléfonos robados, luego los desbloque y reacondiciona con un informático y los ofrece en el mercado negro. HOY