La escalada de precios no cesa y sigue golpeando duramente a la economía familiar, de acuerdo con el informe de inflación lanzado ayer por el Banco Central del Paraguay (BCP). El documento fue presentado por el jefe de la división Índice de Precios, Carlos Raúl Cañete; y el economista en jefe sustituto (encargado de despacho), Bernardo Darío Rojas.
El reporte oficial indica que en el segundo mes del año se registró una inflación del 1,4%, lo que se mide mediante la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC). Eso es superior a la tasa del 0,1% observada en el mismo mes del año anterior y levemente inferior al 1,5% registrado en enero de este año.
Con este resultado, la inflación acumulada en el año asciende al 2,8%, por encima del 0,6% verificado en el mismo periodo del 2021; mientras que la inflación interanual, que corresponde a los últimos 12 meses, ya alcanzó el 9,3%, una variación que significa más del doble de las expectativas oficiales y que no se registraba desde el 2006, según Cañete.
POR PRODUCTOS. El nivel inflacionario que se tuvo en el mes pasado responde a los incrementos verificados principalmente en alimentos y combustibles, de acuerdo con los altos funcionarios del BCP.
Dentro de los alimentos, se destaca el aumento de precios en los productos panificados, relacionado con el incremento de precios de la harina que responde al alza de los precios internacionales del trigo. Este rubro tuvo un crecimiento del 1% entre enero y febrero.
En este segmento, se observaron adicionalmente subas de precios en productos lácteos, azúcar, aceites y huevos, entre otros.
Con respecto a los derivados del crudo, el incremento en la cotización internacional del petróleo, que llegó a los USD 94,1 en el barril brent, hizo que los combustibles tengan un aumento de precios en el orden del 6,1%. En ese sentido, se reportó incrementos en el gasoil común, gasoil aditivado, nafta común, nafta súper y el gas de uso doméstico.
Un dato que genera un poco de asombro tiene que ver con la carne. Los datos del BCP dan cuenta de que la carne vacuna registró una reducción de precios, que en opinión de agentes del sector se debe a una mayor oferta en el mercado doméstico.
Así, la banca matriz asegura que se verificaron disminuciones en varios cortes vacunos, especialmente en aquellos cortes tradicionales como el vacío y la costilla. Igualmente, esto se dio en los productos sustitutos de la carne vacuna, en donde sobresalen las disminuciones en menudencia vacuna y carne de cerdo (ver la infografía).