En Cnel. Bogado existe una guerra sin final predecible por la concesión por parte de la ANDE de una cantidad extraordinaria de potencia para desarrollar exclusivamente minería de cripto activos (criptomonedas)
Hace unos días tomó estado público lo que hace un tiempo era un secreto de voces en la zona de Antequera Cnel. Bogado. Desde hace un tiempo, ciudadanos de origen asiático vendrían comprando inmuebles en los alrededores de la subestación de la Ande ubicada en el lugar.
El objetivo: Utilizar la energía suficiente del lugar para desarrollar la minería de Criptomonedas. Lo que se venía instalando sigilosamente saltó a la luz cuando la propia sociedad de los ciudadanos de origen chino supuestamente rompió, lo que derivó en la venta de derechos obtenidos por uno de ellos, representando a una Empresa denominado Distribuidora Coesa con la Administración Nacional de Electricidad (ANDE) a través del Contrato GCIE – MT Nro. 31/2023 representado nada menos que por su presidente Félix Sosa, informaron fuentes.
El acuerdo que establece el suministro de energía eléctrica en 23 Kv con entrega en Subestación, llamó la atención de las autoridades locales debido a que la cantidad de potencia autorizada para un solo establecimiento, es equivalente al consumo de toda la población local en épocas normales, es decir fuera de las temporadas altas.
Algunos fueron más allá y denunciaron que si el establecimiento recibe esta cantidad de energía, se pondría en riesgo futuros proyectos de instalación de empresas que sí utilizan mano de obras de la comunidad.
El asunto llegó a estrados judiciales con denuncias en el Ministerio Público y pedidos a la Municipalidad que intervenga algunas obras que afectan el espacio público tanto en camino vecinal de Antequera y la franja de dominio del MOPC pero que hasta aquí no tuvieron eco en ninguna de las dos instituciones.
Lo cierto y lo concreto es que las obras, presumiblemente sin autorización, continúan y ya están en la puerta de la subestación. En medio de la disputa de los ex socios, el estado con una concesión, como mínimo llamativa para esta actividad que hasta aquí ni siquiera está legislada en nuestro país.