Fiscalía busca a cuatro de las diez niñas víctimas de abuso sexual

La fiscala Estela Mary Ramírez informó en la tarde de este viernes que están buscando a cuatro de las diez niñas que fueron víctimas de abuso sexual en la ciudad de Caaguazú.

Explicó que seis niñas, quienes fueron rescatadas, relataron que otras cuatro también fueron abusadas. Sin embargo, desconocen los nombres y apellidos, por lo que se dificulta el trabajo.

Relató que personal de Investigación de Delitos y de la Comisaría Segunda están en la búsqueda de las niñas, que tienen cinco, seis y siete años.

«Una de las madres desapareció con una de las niñas de 5 años y se está buscando intensamente a ambas. No podemos todavía afirmar una hipótesis definitiva, porque no sabemos si hay más niñas víctimas de este abuso, o si hay más agresores», expresó la fiscala en contacto con Radio Monumental 1080 AM.

Además, señaló que una de las vecinas manifestó que en la vivienda en donde fueron abusadas las menores, salían y entraban muchos hombres de la tercera edad.

Tres detenidos fueron imputados y se pide prisión preventiva

En el marco de la investigación fueron detenidos este viernes una mujer de 54 años, su pareja de 53 años y su hijo de 21 años, quienes este viernes fueron imputados por abuso sexual en niños.

La Fiscalía requirió al Juzgado Penal de Garantías la prisión preventiva para cada uno de ellos, atendiendo a la gravedad del hecho, teniendo en cuenta que el abuso sexual en niños tiene una expectativa de pena mínima de 20 años y un marco penal máximo de 30 años.

La fiscala Ramírez afirmó que se debe analizar aplicar una medida de seguridad, atendiendo a la peligrosidad de las personas.

«No fueron abusadas una o dos niñas, fueron abusadas diez niñas», confirmó la representante del Ministerio Público.

Agregó que la mujer obligaba a las niñas a mantener relaciones sexuales con su pareja y con su hijo, mientras ella «estaba al pie de la cama» observando cuando ambos hombres abusaban de las niñas.

«Le metían (en la pieza) en una tanda de dos o tres y abusaban por turno de estas niñas y ellas también observaban cómo eran abusadas las otras niñitas. Realmente es un caso demasiado grave, demasiado triste, porque cuando les inspeccionó el médico forense, algunas de ellas ya estaban con infección, por lo que se recomendó llevarlas a todas al hospital distrital para que reciban la atención médica por parte del pediatra», expresó.

Calificó el hecho como «espeluznante» y detalló que llamó a la defensora pública de la Niñez a los efectos que aplique la medida de protección, porque ahí es donde hay que tener todo el cuidado del mundo, porque ya hubo casos en donde las niñas fueron revictimizadas y volvieron a ser abusadas.

La fiscala Estela Mary Ramírez reveló que llamó a la Defensoría para que corroboren en dónde van a enviar a las niñas y, si van a ir con algún familiar, le insta a que revisen la vivienda y vean por lo menos el ambiente a donde van a enviarlas, a los efectos que puedan crecer de una forma segura y tranquila.

En Caaguazú no hay ningún hogar de acogida para niños y niñas, por lo que se dificulta mucho el trabajo de la Defensoría, porque las defensoras deben pagar su viático o su hotel de su salario para ir a dejar en Ciudad del Este o Asunción a las niñas, según relató la fiscala, quien no descarta la posibilidad de que hayan más actores, más víctimas o que las niñas hayan sido vendidas.

«Con el transcurso de la investigación vamos a ir definiendo la hipótesis final del Ministerio Público. Pero de que hay abuso sexual de niños, hay, y de que hay coito, también hay, (según se comprobó) a través de las pruebas científicas que nosotros tenemos a mano», concluyó la funcionaria pública.

Más detalles

Las detenciones se produjeron tras la denuncia de una vecina, quien se alarmó con los gritos de una niña y encontró al abusador en el acto junto a su hijastro, a la vista de su pareja.

De acuerdo con la investigación, la mujer preparaba cocido y les invitaba a desayunar con pan a las víctimas de escasos recursos, donde los agresores luego participaban del abuso.

Posteriormente, les entregaba una suma de G. 2.000 a G. 3.000 y les amenazaba para que no comentaran el hecho, porque serían separadas de sus padres por las autoridades.

Los nombres de las víctimas y de los supuestos autores se omiten en cumplimiento del artículo 29 del Código de la Niñez y la Adolescencia, que prohíbe la publicación de datos que posibiliten identificar a los menores de edad en condición de víctimas o supuestos autores de hechos punibles.

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