Miguel Denis, el trabajador al que le habían robado el ahorro de diez años para cirugía de su hijo, tuvo un final feliz. Esta siesta culminó con éxito la primera de las dos operaciones realizadas para darle a su pequeño la movilidad de su mano izquierda.
Exitosa cirugía de mano al pequeño Marcelo, luego de que su familia haya sufrido el robo del dinero que ahorraban para la operación. Afortunadamente, tuvo un final feliz.
Exitosa cirugía de mano al pequeño Marcelo, luego de que su familia haya sufrido el robo del dinero que ahorraban para la operación. Afortunadamente, tuvo un final feliz.
Don Miguel Denis, un trabajador de la albañilería que la semana pasada había sido víctima del robo de sus ahorros de diez años para la operación de su hijo más pequeño, contó emocionado lo feliz que se encontraba tras la culminación de la primera de dos operaciones para que su hijo pueda llevar una mejor calidad de vida.
El pequeño fue diagnosticado con “polisindactilia” en la mano izquierda y su familia había ahorrado desde su nacimiento para poder hacerle la operación al pequeño. Lastimosamente el lunes pasado su hogar fue víctima de un robo en el que los delincuentes se llevaron todo ese esfuerzo.
El pequeño se encuentra internado en el sanatorio Santa Bárbara, que se hizo cargo de los gastos de la operación, que fue realizada también de manera gratuita por el doctor Jesús Marín. Tras la cirugía el niño permanecerá internado hasta el día miércoles para retornar a su hogar en Cambyretã.
El padre contó que tras obtener el alta regresarán a su casa junto a su madre y hermanos para retornar la próxima semana a realizarse los controles correspondientes.
Segunda cirugía de mano será en tres meses
El doctor Jesús Marín, médico que donó la operación a la familia del pequeño, contó que la cirugía la realizó en compañía de su hija Verónica. Duró alrededor de cinco horas y fue un éxito. Aseguró que en tres meses deberá realizarse la segunda cirugía que será más compleja.
Calificó al caso como una “macro sindanctilia” debido a que el paciente tiene los huesos más grandes de lo que suelen ser, por ejemplo las falanges, lo que implica que deben ponerse en su lugar los tendones y todo lo demás.
El doctor Marín aseguró que el pequeño debería haber recibido, en condiciones ideales, esta operación alrededor de los cuatro años.
El doctor contó que ni bien le contaron del caso no dudó en donar la operación. “Mi madre me enseñó a hacer el bien sin mirar a quién”, señaló. Tras conocerse su ofrecimiento, le llamó el presidente del sanatorio Santa Bárbara y le dijo que tenía el hospital a su disposición para la cirugía. ABC