El pino Paraná o Araucaria angustifolia fue reintroducido en más de 100 hectáreas de la cuenca del arroyo Curi’y, en Itapúa. Se trata de una especie arbórea nativa peligro de extinción, que crecía naturalmente en el lugar. El objetivo es convertir la zona en una reserva ecológica urbana.
En el marco de un proyecto de reforestación, cientos de plantines del Pino Paraná, una especie nativa en peligro de extinción, fueron plantados en un área total de 102 hectáreas de la cuenca del arroyo Curi’y, zona que que divide los distritos de Encarnación y Cambyretá.
El arquitecto Andrés Morel, concejal municipal de la capital itaupense, señaló que con la reintroducción de la especie arbórea que crecía naturalmente en el lugar se iniciaron los primeros pasos de un ambicioso proyecto ecológico, que busca convertir el área en La Reserva Urbana Curi’y.
El proyecto comprende 102 hectáreas de bosque en galería, las cuales protegen al cauce hídrico. Por sus características, es una pista natural de canotaje, muy apreciada por los amantes de este deporte. Morel sostuvo que, al navegar por sus aguas, se tiene la sensación de adentrarse a lo profundo de la selva, pero a una corta distancia de los centros urbanos.
Importancia
El profesional destacó la importancia histórica y cultural de la araucaria, el Curi’y (Pino Paraná), ya que habitaba naturalmente el área, por lo que incluso le dio el nombre al arroyo Kuriy (agua de Kuri).
Destacó que primero se realizó un trabajo que duró dos años, con la gestión conjunta con el ingeniero Hugo Gamarra, quién proveyó gratuitamente las semillas. Posteriormente, los funcionarios de Medio Ambiente de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY) hicieron germinar en el vivero de Ayolas y fue trasladado a la ciudad de Encarnación.
Tras el proceso de germinación, en coincidencia con el ingreso de la estación primaveral, se procedió a la plantación de la primera tanda de plantines de Pino Paraná, en la jurisdicción del municipio de Cambyretá.
“Se pretende plantar en una primera etapa 800 árboles de Pino Paraná, pero no en forma geométrica como se hace en las forestaciones comerciales, sino en forma azarosa, como en la naturaleza, enriqueciendo el bosque existente, buscando que en el futuro, esa zona además de ser un pulmón verde que protege al curso hídrico, sea un lugar de preservación del remanente del bosque atlántico Alto Paraná y de la fauna silvestre, avistamiento de aves, además de un lugar óptimo para canotaje, senderismo, turismo ecológico”, resaltó Morel.
Especie casi desaparecida
Recordó que el último Pino Paraná nativo se encontraba en el Barrio Chaipé de Encarnación, pero lamentablemente fue talado hace dos años. Añadió que en Encarnación había algunos ejemplares por las calles Sargento Reverchón, entre Carlos Antonio López y Lomas Valentinas.
Por su parte, el jefe del área Sector Medio Ambiente de la EBY, José Alvarenga, destacó el apoyo a la iniciativa medioambiental. Sostuvo que la reforestación con la especie en peligro de extinción, tiene un doble objetivo, por un lado la reintroducción del Pino Paraná y la reforestación del subembalse del arroyo Curi’y, en el sector del barrio San Francisco de Cambyretá.
Reiteró que el objetivo final es la creación de un área de reserva con la especie casi desaparecida, que se convertirá en un importante pulmón verde.
La Araucaria Angustifolia, conocida también como Pino Paraná y Curi o Kuri, es una conífera nativa de la región y endémica del Bosque Atlántico Alto Paraná. UH