Según las estadísticas, más de 14.000 adolescentes en conflicto con la ley ingresaron al sistema penal por diferentes hechos punibles en los últimos 5 años.
Desde el 2020 hasta este año, 14.397 adolescentes en conflicto con la ley penal ingresaron al sistema tras haber cometido distintos hechos punibles de acción penal pública.
El Ministerio Público detalla los hechos más frecuentes investigados desde el 2020 hasta agosto de este año, así como los departamentos con mayor incidencia. Los presuntos autores, cuyas edades comprenden entre 14 y 17 años, son investigados por el Ministerio Público en calidad de presuntos responsables de la comisión de hechos punibles.
Cantidad de hechos punibles por año:
Según los datos analizados por el Observatorio, la mayor cantidad de hechos punibles ingresados al Ministerio Público se dio en el 2020, alcanzando 3.634. El 2021, año difícil debido a la pandemia, cerró con 2.787 casos. En el 2022, la cifra aumentó nuevamente a 2.969 y en el 2023 se registraron 3.026 causas.
Hasta agosto de 2024, un total de 1.981 causas ingresaron a las oficinas de denuncias de la Fiscalía, según datos de la Oficina de Estadísticas de la institución.
*El mal social*
El director del Centro de Atención a Víctimas del Ministerio Público (CAV), doctor en Psicología Nicolás Garcete, señaló que los conflictos familiares son principalmente la causa de los males sociales que afectan a los jóvenes en la actualidad. El experto explicó que las drogas están causando estragos y que la sociedad no puede contener esta situación, la cual tiende a empeorar si no se toman medidas urgentes, como los esfuerzos conjuntos de varias instituciones que faciliten herramientas a los jóvenes. “De no tomar con medidas efectivas que involucren a las familias, estamos condenando a muerte a nuestros adolescentes y jóvenes”, remarcó el Dr. Garcete, quien además expresó su preocupación al reflexionar sobre la importancia de rescatar a los futuros responsables del país de los males sociales. “Si no los recuperamos en esta etapa (adolescencia y juventud), en la adultez es más difícil lograrlo”, apuntó el doctor, que además es especialista en Psicología Jurídica y Forense.
*La delincuencia juvenil*
El director del CAV comparte conceptos importantes sobre el término delincuencia juvenil, tras un trabajo investigativo presentado, utilizando como fuente bibliográfica a Jaime Funes La nueva delincuencia infantil y juvenil. Paidos. Buenos Aires. 1991.
El mencionado término no tiene el mismo significado para todos los criminólogos, quienes difieren básicamente en dos puntos:
-El primero, en determinar la edad a partir de la cual se puede hablar de delincuente juvenil.
-El segundo, en definir cuáles deben ser las conductas que califican a un joven como delincuente.
*Además, según el mencionado trabajo de investigación abordado por el Dr. Nicolás Garcete, se podría clasificar los tipos de delincuencia juvenil a través de distintos parámetros, como por ejemplo, la franja etaria o los trastornos de personalidad y conductas identificables.*
*Clasificación de tipos de delincuencia juvenil*
*Delincuente activo: 14 a 18 años*
-Cometen delitos de cierta importancia.
-Tienen una conducta arraigada.
-Han estado ante la justicia.
-Permanecen en un círculo vicioso.
*Disocial paraviolento*
*Preadolescentes: 14 y 15 años*
-Actitud violenta hacia los demás.
-Se agrupan en pandillas o grupos.
*Adolescente Marginal*
-Han fracasado en los comportamientos socialmente adaptados.
-Producto de las crisis de los barrios.
*Perfil del Delincuente juvenil*
-Impulsivos, con afán de protagonismo.
-Fracaso escolar.
-Consumidores de drogas.
-Baja autoestima.
-Familia desmembrada.
*Causas de la delincuencia juvenil – Factores*
Durante el análisis de factores que indicen en los adolescentes, se pueden identificar una serie de ellos, iniciando por el factor familiar; las familias desintegradas en las que falta el padre o la madre, y el hijo crece al libre albedrío. No tienen un control adecuado en casa ni una orientación encaminada al bien.
El factor económico también es preponderante, ya que los mismos no prosiguen estudios, lo que les deja más tiempo disponible y no saben en qué ocuparlo. Los estudios no son de su interés.
Por otro lado, el factor social resulta determínate, debido a que el ámbito en el que se ven rodeados influye mucho en su comportamiento. Estos jóvenes, criados en ambientes de pobreza confunden su deseo de superación con el robo.
En lo que respecta al factor económico, puede incluir, la falta de empleo y carencia de ocupaciones.
Mientras que en el factor psicológico, encontramos jóvenes con problemas como el sufrimiento de abuso físico, de abuso sexual o emocional, la depresión, la baja autoestima y la frustración.