Contexto regional genera presiones y oportunidades para la industria aceitera nacional, señalan

La molienda nacional siguió con resultados negativos en el segundo mes del año explicado principalmente por el retraso en la cosecha de soja. Si bien existen muchos desafíos, indican que podrían registrarse oportunidades derivadas de la producción récord en el Brasil y de las complicaciones en la cadena logística.

Según el informe de la Cámara Paraguaya de Procesadores de Cereales y Oleaginosas (Cappro), este 2023 está demostrando ser nuevamente un año complejo para la industria aceitera, ya que además del retraso en la cosecha que impidió comenzar a procesar en buenos volúmenes, también se enfrentará a una situación compleja con la importante caída de la producción Argentina, principal mercado de nuestras exportaciones en estado natural.

Señalan que esta situación genera más presión a la industria aceitera nacional ya que el aumento de la demanda del país vecino, que estiman se podría llegar a enviar 5 millones de toneladas de soja, haría que se vuelva a la situación que ya se vivió entre 2018 y 2021, años en los que las fabricas de este país procesaron más soja paraguaya que las propias industrias nacionales.

Sin embargo, el gremio manifestó que analizando el panorama regional se puede generar una oportunidad para el Paraguay, ya que una estimación de producción récord y problemas logísticos en Brasil pueden abrir la oportunidad para importar soja desde este país para la industrialización.

“Pero para poder concretar esta oportunidad y generar más trabajo e ingreso de divisas para nuestro país es clave poder modificar el régimen de admisión temporaria para perfeccionamiento del activo vigente, de modo a que las industrias puedan realizar esta operación lo antes posible, ya que la ventana de oportunidad es corta y el mercado de oleaginosas muy fluctuante”, menciona parte del comunicado.

Destacan que como ya habían relatado en el 2022, el principal obstáculo para que la industria aceitera pueda utilizar este régimen pasa por la reglamentación del Código Aduanero que establece que los productos ingresados al país bajo este régimen deben mantenerse separados de los comprados localmente.

Según la reglamentación actual, para cumplir con las exigencias, las industrias estarían obligadas a tener, tanto infraestructuras de almacenamiento exclusivas como logística segregada, encarecimiento y haciendo inviable la operación. Añadieron que realizar esta modificación de manera permanente permitirá a la agroindustria nacional mejorar las condiciones de competitividad sin afectar a la producción agrícola nacional.

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