Carolina Yunis de Acevedo toma las riendas de la Municipalidad de Pedro Juan Caballero de forma interina y ocupará el cargo por 90 días hasta que se celebren nuevos comicios y se elija a una nueva autoridad comunal, informó el corresponsal de Última Hora Marciano Candia.
Yunis de Acevedo, al ser la presidenta de la Junta Municipal de Pedro Juan Caballero, asume el cargo tras la muerte de su cuñado José Carlos Acevedo, quien sufrió un atentado el martes pasado por parte de sicarios.Luego del ataque contra su cuñado, Carolina Yunis expresó su temor por la ola de inseguridad en el departamento y dijo que su familia analiza reforzar su seguridad.Carolina Yunis de Acevedo es esposa del gobernador de Amambay, Ronald Acevedo, quien no descarta renunciar al cargo para postularse eventualmente a la intendencia.Sin embargo, el mismo jefe departamental afirmó
este lunes que «es muy pronto» para definir el fututo político de la familia. Durante una conferencia de prensa, culpó al gobierno de Mario Abdo Benítez por el crimen de su hermano.Ronald Acevedo también ya perdió a su hija en octubre del año pasado a consecuencia del ataque de sicarios. Mientras, su otro hermano, Robert Acevedo, quien fuera senador y diputado, perdió la vida a causa del Covid-19.
El atentado
José Carlos Acevedo fue atacado el martes último por sicarios cuando estaba en su camioneta, después de participar de una reunión en la Junta Municipal con concejales locales.Según registros de una cámara de circuito cerrado, se visualizó el momento en que llegaron los sicarios a bordo de un automóvil y comenzaron a disparar contra el jefe comunal.
En el video aparecen tres tiradores y un cuarto integrante del grupo estaba al mando del automóvil, quienes pocos segundos después de los disparos se dieron a la fuga.
Acevedo estuvo internado en la Unidad de Terapia Intensiva (UTI) en el Hospital Viva Vida y falleció alrededor de las 22.20 de este sábado.
Sus restos mortales fueron velados en la Municipalidad de Pedro Juan Caballero. A las 15.00 de este domingo fueron trasladados hasta el Cementerio Cristo Rey, de la ciudad de Ponta Porã, en el Brasil.