La Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco) reportó que en los primeros ocho meses del 2022, Paraguay exportó 3.003.279 toneladas menos de soja. Señalan que estos valores reflejan la drástica disminución de la producción de la campaña pasada como consecuencia de la sequía.
Según el informe de Comercio Exterior del gremio, al cierre de agosto de este año fueron desalijadas 2.071.779 toneladas de soja en grano, una variación de 3.003.279 en comparación con el mismo periodo del año anterior donde se exportó 5.075.058 toneladas. Sonia Tomassone, quien está a cargo de esta dirección mencionó que la merma en los envíos de la oleaginosa fue motivada por la disminución de la producción de la zafra pasada.
Mencionó que en el mes de agosto solo fueron enviadas 2.568 toneladas, que habían quedado rezagados por las demoras logísticas, con lo que prácticamente se cerraron las exportaciones del grano. En cuanto a los ingresos, la disminución de los envíos significó que US$ 1.235.401.353 dejaron de ingresar al país.
Tomassone indicó que los 6 millones de toneladas menos producidos en la zafra pasada impactaron en toda la cadena por igual y no solamente para las industrias procesadoras, sino que a cuatro meses de finalizar el año están terminando las exportaciones del grano y eso afectó a los transportistas, embarcaciones fluviales, puertos de embarque y a toda la economía.
Con relación a los subproductos industriales, informó que se observa una alza en las exportaciones de aceite de soja tanto en volumen como en valor, ya que se enviaron 322.578 toneladas por US$ 468.370.801. La especialista señaló que a pesar de la merma en la producción, el porcentaje exportado por las industrias es mayor, en comparación con los últimos años, ya que el 52% de la soja fue exportada como grano y el 38% como aceites y pellets.
Agregó que el 30% de las exportaciones de soja en grano fue realizado por las empresas que cuentan con industrias en Paraguay, y de ese porcentaje, 565.721 toneladas fueron enviadas a sus fábricas en Argentina. Resaltó que esta incoherencia demuestra que si estas empresas no hubieran exportado la soja como grano, se podrían haber mantenido abiertas las fábricas por unos meses más. LN