Cambios sorpresivos en las comisarías de Itapúa: La inseguridad aumenta

El Departamento de Itapúa se encuentra en una situación de incertidumbre tras los recientes cambios en las comisarías locales, que han sorprendido tanto a los ciudadanos como a los mismos agentes de policía. En medio de un clima de alta inseguridad, las modificaciones en la estructura policial han generado inquietud y desconfianza entre la población.

El pasado 31 de octubre, el Comisario Elvio Florenciañez asumió la dirección de la Policía, mientras que el Comisario Mauricio Tellez fue
nombrado jefe de Seguridad Ciudadana. Estos cambios se producen en un contexto donde los robos, asaltos y hurtos son pan de cada día. A
pesar de la nueva dirección, los informes de delitos continúan en
aumento, generando preocupación entre los habitantes de la región.

Supuestos «Precios» por permanecer en Comisarías

Una de las situaciones más alarmantes que ha salido a la luz es la supuesta existencia de «precios» que los jefes de comisarías deben pagar para permanecer en sus puestos. Según informaciones, el monto varía dependiendo de la importancia del municipio, lo que deja entrever un posible sistema de corrupción
dentro de las fuerzas del orden. El destino de la recaudación es desconocido, lo que aumenta la desconfianza en la gestión policial.

Con un índice de inseguridad elevado, la población se siente impotente ante una situación que parece no mejorar. Las denuncias de delitos se
reportan diariamente en los diferentes distritos, y muchos ciudadanos cuestionan la efectividad de las acciones policiales. «Nos sentimos
desprotegidos. ¿De qué sirve cambiar a los jefes si la inseguridad sigue siendo la misma?», expresa un residente de la zona.

La comunidad de Itapúa demanda respuestas y acciones concretas por
parte de las autoridades. La sensación de inseguridad ha llevado a muchos a preguntarse sobre la verdadera labor de la Policía y la transparencia en su gestión. La falta de confianza en las
instituciones aumenta la tensión social y genera un clima de descontento.

En este contexto, la ciudadanía exige una respuesta clara y efectiva ante la creciente ola de delitos.