Don Héctor Rodríguez fue dado de alta el pasado fin de semana y vuelve al calor de su hogar en la localidad de Mayor Otaño-Itapúa, luego de 30 días de estar internado en una sala de la Clínica Polivalente del Hospital Central, tras someterse a un trasplante de médula ósea.
Su hija, Yessica, mencionó que los profesionales médicos les habían explicado que la evolución del tratamiento dependía mucho de los cuidados especiales, la fuerza de voluntad del paciente y la fe, teniendo en cuenta que se sometió a un procedimiento muy delicado.
“Gracias a Dios mi papá sale fuerte, sano y por sobre todas las cosas agradezco esa unión familiar que siempre estuvo de por medio y la excelente atención que le brindaron a mi papá, siempre le acompañaron durante todo este un mes de internación”, señaló.
Agregó también que “somos de Mayor Otaño, son 9 horas de viaje, y hoy recién volvemos a encontrarnos con él, ni siquiera el Día del Padre pudimos compartir con él, fue la primera vez que nos distanciamos tanto, y gracias a su rápida recuperación hoy volvemos a estar juntos y más que nunca la fuerza y la fe deben estar presentes, son los motivos que a uno le incentivan y nosotros nunca perdimos eso y acá está el resultado satisfactorio”.
Don Héctor venía siguiendo su tratamiento con radioterapia y quimioterapia desde hace un año atrás hasta finalmente realizar el trasplante de médula ósea, que hoy le permite disfrutar de sus seres queridos y avanzar con su recuperación.