Muchos productores optaron por la siembra de maíz y soja zafriña afectados por la sequía que azotó al país a finales del año pasado y principios de este 2022.
Una gran preocupación se genera en el sector agrícola luego tras los altibajos afrontados en los últimos meses que afectaron todo territorio nacional y de toda la región de Misiones, Argentina y Río Grande Do Sul Brasil. Esto es debido a las miles de hectáreas de soja que se perdieron por falta de lluvias.
Esto obligó a una reingeniería del productor y a la fecha se estima una importante merma en la superficie de trigo aunque aún no se pueden hablar de números, indicó Nilmar Schoor de la Cooperativa Naranjito.
Agregó que esto no implica necesariamente el desabastecimiento del mercado local ya que de acuerdo al rendimiento que se espera y si las condiciones climáticas acompañan no habría inconvenientes en ese sentido.
Hasta el momento se desconoce en qué medida afectará este escenario a la producción de este cereal ya que no existe homogeneidad en los tiempos de cultivo y cosecha. Lo que sí se puede determinar es que existe mucha expectativa en comparación a lo que fue el año pasado cuando las heladas destruyeron hasta el 50% de la producción.
Desde la Cooperativa Naranjito estiman que a pesar de estos fenómenos el productor siempre está optimista más aún teniendo en cuenta el retorno de las lluvias y el porcentaje de humedad es óptimo, siendo estos factores inciden en los cultivos.
En ese sentido, una vez que el trigo sea cosechado en su totalidad se podrá cuantificar en qué porcentaje disminuyó la producción por cada región.