El distrito de Trinidad no solo es cuna de las Misiones Jesuíticas, uno de los patrimonios de la Humanidad, sino que aquí también podés conocer un poco más sobre el folclore guaranítico de nuestro país en el Paseo de los Mitos, ubicado en el parque Itá Cajón. Además, tenés un portal construido totalmente de piedra, un moderno mirador y un observatorio de aves que se mimetizan perfectamente en la espesura del monte.
El parque Itá Cajón era una antigua cantera jesuítico-guaraní de donde se extrajo el 80% de las piedras utilizadas para construir las reducciones jesuíticas de Trinidad y en ese sitio la comuna local instaló el Paseo de los Mitos y de esa manera tener una opción más en el departamento de Itapúa. Itá Cajón está ubicado a 30 kilómetros de Encarnación, por la ruta PY06.
Este histórico lugar fue reacondicionado por la Municipalidad de Trinidad, aprovechando que es uno de los patrimonios históricos y culturales de la zona sur del país, para así dar una opción más a las personas que llegan hasta la ciudad atraídas por las ruinas jesuíticas.
El turista puede observar mientras hace senderismo en medio de una exuberante vegetación las figuras del Teyú Yagua, Mbói Tui, Moñái, Jasy Jatere, Kurupi, Ao Ao y Luisõ, que fueron talladas en madera y esculpidas en piedra y están colocadas a los costados del anfiteatro al aire libre, en donde se tiene un paredón de nueve metros que suele ser utilizado para los festivales y conciertos debido a la acústica que hay en el sitio.
La artesana Vicenta Morel, de Trinidad, fue quien realizó el trabajo de tallado de los hijos de Taú y Keraná con una alta calidad en estética y contenido que quedan muy atractivos y, sobre todo, bien mimetizados en el paisaje. A pasos del Paseo de los Mitos hay un mirador, donde se aprecia en la altura las misiones de Trinidad y Jesús. También, de noche las estrellas dan un hermoso espectáculo visual y sobre todo se convierte en una excelente opción para hacer turismo interno.
En tanto que el mirador es una construcción de dos niveles en el punto más alto de Trinidad y es muy visitado por lugareños y últimamente por los turistas para ver completamente la ciudad desde las alturas. En el lugar se dispone de un telescopio de 11 pulgadas que es utilizado para ver más de cerca el cielo, las estrellas y los planetas.
¿Cómo se originaron los mitos?
Taú era un espíritu maléfico que se había enamorado de la doncella Keraná, una niña de belleza admirable, hija de Marangatú, y para conquistarla se transformó en un bello muchacho.
Luego de “embellecerse”, Taú visitó a Keraná por siete días consecutivos. En el último día, intentó raptarla, por lo que Angatupyry, un espíritu del bien, se vio obligado a intervenir para evitarlo. Así se instaló una disputa con Taú que duró siete días. Finalmente, Taú, haciendo el uso de artimañas, venció a Angatupyry.
Taú, al verse triunfador, se llevó a Keraná y como castigo Angatupyry condenó a la pareja a parir monstruos. Así nacieron Teju Jagua, Mbói Tu’i, Moñai, Jasy Jateré, Kurupí, Ao Ao y finalmente Luisón, todos ellos de forma prematura, y así también nació la mitología guaraní.