Es a partir de la detección del ingreso masivo de tomate procedente del vecino mayor del Mercosur, que sume en crisis a productores nacionales. Toneladas del producto que ingresan de contrabando fueron incautadas en los últimos días en este departamento, así como en el de Caaguazú, lo que revela que son dos focos principales por los que los marginales aprovechan para ingresarlos.
El presidente de la Unión Nacional de Productores, Silvio Riveros, señaló que la invasión de tomate brasileño, repercute de manera impactante en la economía de los labriegos.
“Nosotros tenemos que estar en nuestras chacras, pero necesitamos una garantía como un productor paraguayo para que podamos producir tranquilos y vender el esfuerzo de nuestro trabajo. Entre todos hacemos millonarias inversiones para acceder a la tecnología, invertimos en nuestras chacras. En mi caso, de mí dependen 20 personas que trabajan conmigo y que son 20 familias que tengo que mantener. Otros tienen 30 personas o 60 hermanos indígenas como personal. Imaginen la cantidad de fuente de trabajo que generamos a través de este rubro”, enfatizó en conversación con periodistas.
SALE MARIHUANA
La otra cara de la moneda respecto a los productores de tomate, se da en un plano ilícito, en el de los que cultivan marihuana y la venden de manera masiva al Brasil.
La exportación ilegal del cannabis, también tiene en el departamento de Canindeyú como uno de los pasos preferidos por los contrabandistas. Los productores y traficantes de la “hierba maldita” se ven impulsados a doblar y hasta triplicar los cultivos y envíos a Brasil, en donde el consumo se volvió legal, a partir de una legislación que concretó el Congreso. Hoy