El Chaco paraguayo quedó en una situación crítica debido a los incendios forestales que han devastado una gran extensión de selvas nativas, lo que generó preocupación por las repercusiones en la salud, la economía y la educación.
El obispo del Chaco, Gabriel Escobar, manifestó su profunda preocupación por el impacto de estos incendios, describiéndolos como un «ecocidio» y pidió que las sanciones que serán aplicadas, sean ejemplares.
Escobar enfatizó que «se mata la biodiversidad del ecosistema y eso traerá repercusiones tarde o temprano en el ámbito de la salud, economía y educación». Señaló que durante varios días los niños se han visto obligados a ausentarse de clases debido a la crisis ambiental. «El Gobierno debe dar soluciones a corto y largo plazo con políticas públicas no improvisadas», añadió.
Lamentó la inconsciencia de las personas que provocan quemazones, indicando que esta falta de responsabilidad está contribuyendo al problema. «Es una crisis socioambiental porque tiene su repercusión en las personas y en este ecosistema; la flora y fauna muchas veces ya no se recupera», advirtió.
A pesar de las condiciones adversas, como las lluvias recientes en Fuerte Olimpo, Escobar expresó su temor por el futuro del ecosistema local. «Tengo miedo de que pasen maquinarias y tractores y se hagan grandes pastizales para pastoreo de vacas; con eso perdemos nuestro ecosistema», indicó.
El obispo también hizo un llamado a las instituciones para que realicen investigaciones exhaustivas que permitan identificar y sancionar a los responsables de estos incendios. «No podemos permitir que esto quede en el ‘opa rei’», concluyó,