La Cámara de Diputados aprobó este miércoles en general el proyecto de ley que introduce modificaciones al programa de pensión alimentaria para adultos mayores, buscando la universalización del beneficio. Se decidió postergar su estudio en particular por ocho días, explicó el presidente de la Cámara Baja, Raúl Latorre.
El proyecto con media sanción en la Cámara de Senadores propone la eliminación del censo previo para la inclusión y edades mínimas diferenciadas para indígenas y personas con discapacidad.
La propuesta estudiada hoy en la Cámara de Diputados contiene la inscripción automática, lo que elimina el censo previo que se realizaba para futuros beneficiarios de la pensión. Actualmente, el Programa de Pensión a Adultos Mayores en situación de vulnerabilidad es administrado por el Ministerio de Desarrollo Social (MDS).
Establece que la incorporación al programa debe ser efectivo en un plazo de 60 días en que la persona alcanza la edad mínima requerida. Con esto se apunta a la universalidad del beneficio para adultos mayores en condiciones de vulnerabilidad.
El proyecto de ley también mantiene la edad mínima de ingreso al programa en 65 años, priorizando a las personas de mayor edad. Sin embargo, para las comunidades indígenas el acceso al programa será a partir de los 55 años, y para personas con discapacidad a partir de los 60 años.
En cuanto a los criterios para la inclusión en el listado de beneficiarios, los senadores consensuaron mantener los requisitos de no percibir remuneración del sector público o privado, no ser contribuyente del impuesto a la renta personal, no haber declarado ingresos superiores a dos salarios mínimos mensuales, y no poseer más de 30 cabezas de ganado. Los adultos mayores que tengan seguro del IPS como adherentes sí podrán ser beneficiarios.
En cuanto al monto de la pensión se establece que cada adulto mayor percibirá el 25% del salario mínimo, con reajustes automáticos conforme a la variación del salario mínimo.
Con el mantenimiento del monto de la pensión, el Gobierno apunta a una incorporación gradual de más personas beneficiadas. La meta es la inclusión anual de 30.000 nuevos adultos mayores como mínimo.
De acuerdo proyecto en estudio, el programa se implementará de manera gradual según la disponibilidad presupuestaria.