Desde un crecimiento patrimonial, adquisición de créditos, compra de maquinarias y combustible hasta la venta de granos, habría sido parte de los movimientos utilizados para el blanqueamiento de cifras multimillonarias de la Municipalidad de Jesús.
La información refiere que aparentemente el Intendente de Jesús habría montado un esquema de efectivización de cheques utilizando a terceros para retirar unos Gs. 4.000 millones solo en 2022.
Del esquema también habrían participado el Vicepresidente del Consejo de Desarrollo Juan Asunción Zayas y miembros de su clan.
De acuerdo al cruce de datos, Víctor Bernardo Garay y Juan Asunción Zayas, además del Tesorero de la Municipalidad Hugo Paiullaux y del Consejo Jorge Emilio González utilizaron a terceras personas para efectivizar cheques por unos Gs. 4.000 millones cuyo destino se desconoce.
Casualmente existen indicios de un notable crecimiento patrimonial del Intendente y del Vicepresidente del Consejo de Desarrollo, además de los citados anteriormente.
En su momento, en entrevista por Radio Encarnación, el Fiscal Luis Albertini informó que se solicitó un informe a SEPRELAD y al Banco Nacional de Fomento a fin de cotejar si hubo o no datos llamativos que involucren al Intendente y su primer anillo. El informe solicitado al banco permitirá identificar a todas las personas que retiraron dinero en ventanilla con cheques de la Municipalidad de Jesús.
Sin embargo; con el correr del tiempo, trascendió que dicho presunto esquema de lavado de dinero también llegó a una conocida cooperativa de la zona.
Allí, Zayas y su clan, habrían maquillado el dinero extraído de la Municipalidad con la compra de créditos, adquisición de maquinarias e implementos, la compra de combustible y la venta de granos.
“Casualmente”, los investigados recientemente habrían adquirido vehículos onerosos, maquinarias agrícolas y propiedades por parte de estas personas.
Los tentáculos del presunto lavado de dinero también llegan al Presidente de la Junta Municipal, Alfonso Acevedo, a las “empresarias” Nilsa Franco de Godoy y Sonia Britez, cuyas empresas facturaron casi Gs. 2.000 millones por obras que no se ven en el municipio.