Un sitio donde los pobladores y los colonos de distinta procedencia descubrieron el valor agregado de esa fértil tierra que, además de la agricultura y ganadería, se muestra ahora como opción turística dirigida a todas las edades. Desde sereno descanso hasta deportes de riesgo. Todo en el marco de un sitio lleno de magia y un paisaje único.
Cercano a unos 30 kilómetros de la ciudad de Encarnación, por la ruta nacional numero 6, Dr. Juan León Mallorquín, departamento de Itapúa, se encuentra ubicado uno de los distritos más ricos en turismo rural, Nueva Alborada. Es una de las comunidades más antiguas de inmigrantes europeos, que poblaron tierra guaraní (entre las nacionalidades, encontramos descendientes polacos, rusos, ucranianos, alemanes, finlandeses y españoles) quienes, hasta la actualidad, en su mayoría se dedican a la agricultura y ganadería, pues cuentan con un suelo ideal para el rubro. A medida que pasaba el tiempo, los lugareños emprendieron en la industria del turismo, ganando terreno y experiencia en el departamento, y, por otro lado, generan oportunidad laboral.
En esta Semana Santa, muchos optan y tienen la capacidad de tomarse unas minivacaciones, ya sea con la familia o en grupos de amigos.
Este lugar, alejado del tumulto de la ciudad, es propicio para aventurarse, tener un contacto directo con la naturaleza o, simplemente, aprovechar para reflexionar y pasar unos días de relax, acompañado de unos buenos mates y unas ricas chipas, disfrutando de la prodigiosa vista que regala el cielo guaraní pronunciándose sobre la maravillosa floresta del sur del país.
Según el arquitecto Andrés Morel, un aficionado a la historia, Fundación Rafael Herrera Vegas fue el primer nombre de esta localidad, en la década del año 1900. Luego pasó a llamarse Capitán Vicente Antonio Matiauda, también llevó el nombre de Alborada Uno y, finalmente, Nueva Alborada. La misma fue fundada en el año 1924.
Este maravilloso paraje es reconocido como la Capital Nacional del Turismo de Naturaleza y de la Miel. Se caracteriza por encantadores paisajes de reservas naturales, donde el verde follaje se combina perfectamente con el caudaloso río Paraná. Con respecto a la miel, por resolución número 169, la gobernación departamental declaró a la localidad como la Capital de la Miel de Abeja, y fue galardonada como la mejor productora de miel del país, en el II Congreso Nacional de Apicultura. LN