Varias naciones tomaron medidas de seguridad ante la ola de violencia que se desató el lunes en Ecuador con un resultado provisional de 10 muertos, que obligó al Gobierno a declarar el «conflicto armado interno», una disposición que permite movilizar a las Fuerzas Armadas para combatir a las organizaciones criminales que azotan el país.
La vecina Perú declaró la emergencia a lo largo de su frontera de 1.400 kilómetros con Ecuador y reforzó la vigilancia tanto en los bordes como en las provincias de Amazonas, Cajamarca, Loreto, Piura y Tumbes, informó anoche el primer ministro, Alberto Otárola, en declaraciones a periodistas.
Las dos últimas ya estaban en emergencia desde noviembre pasado ante el incremento de la inseguridad en la frontera.
Los ministros de Defensa, Jorge Chávez, y del Interior, Víctor Torres, viajarán hoy a la ciudad fronteriza de Tumbes para coordinar las acciones a seguir.
En Europa y Asia también se conocieron expresiones de preocupación que, además de ofrecer mensajes de solidaridad, llamaron a sus ciudadanos a tomar medidas de precaución.
«Seguimos con preocupación lógica los acontecimientos que se están produciendo durante estos últimos días en ese país, que apoyamos como no puede ser de otra manera», expresó el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, en un acto con embajadores españoles en Madrid.
Francia, por su parte, recomendó que sus ciudadanos que quieran viajar a Ecuador retrasen sus planes, consignó la agencia de noticias AFP.
«En estas circunstancias, se aconseja a los ciudadanos franceses que tengan previsto viajar a Ecuador en los próximos días que pospongan sus planes en la medida de lo posible», aconsejó ayer la diplomacia francesa en su sitio web.
China, por su parte, suspendió la atención al público en su embajada en Quito y de su consulado en Guayaquil, tras expresar su solidaridad con el Gobierno.
Ambas sedes diplomáticas «suspenderán temporalmente la atención al público a partir del 10 de enero», dijo la embajada en un mensaje publicado en la red social WeChat.
Las autoridades chinas «siguen de cerca la cambiante situación de seguridad» en Ecuador, afirmó hoy la vocera del Ministerio de Relaciones Exteriores, Mao Ning.
Mao también señaló que China «respalda el Gobierno de Ecuador en sus esfuerzos para salvaguardar la estabilidad social y desea que Ecuador pronto restaure el orden normal».
La crisis de seguridad en Ecuador se agravó a niveles sin precedentes desde la fuga de una cárcel el domingo de Adolfo Macías, alias Fito, el jefe de Los Choneros, la principal banda criminal del país.
Desde entonces se han producido secuestros y ataques a policías, motines carcelarios y una irrupción armada en una emisión televisiva tras la que el presidente Daniel Noboa declaró un «conflicto armado interno».
La violencia ha dejado al menos diez muertos, entre ellos dos agentes, según la policía.
Noboa ordenó también a las fuerzas armadas «ejecutar operaciones militares (…) para neutralizar» a una veintena de grupos criminales a los que tildó de «organizaciones terroristas y actores no estatales beligerantes».
Ubicado en medio de Colombia y Perú, los mayores productores mundiales de cocaína, Ecuador pasó de ser una isla de paz a un fortín de guerra del narco.
El 2023 cerró con más de 7.800 homicidios y 220 toneladas de droga incautadas, nuevos récords en la nación de 17 millones de habitantes.