Guardiacárceles denunciaron que el ministro de Justicia, Ángel Ramón Barchini Cibils, ya supo el 31 de octubre pasado que reclusos del CERESO estaban coordinando un gran golpe, que finalmente ocurrió en General Delgado contra un blindado de Prosegur. Solo que las celdas de los sospechosos fueron cateadas una semana tarde.
Según los agentes penitenciarios sindicalizados, el martes 31 de octubre pasado la Unidad de Seguridad, Información e Inteligencia Penitenciaria avisó al ministro de Justicia, Ángel Barchini, que la Policía Nacional recogió información que daba cuenta de que en el Centro de Rehabilitación Social (Cereso) se estaba coordinando un gran asalto en el departamento de Itapúa.
Los guardiacárceles aseguraron hoy que la Policía incluso suministró al Ministerio de Justicia una lista de los presos del Cereso que estaban afectados a la planificación del atraco y que sugirió cateos a sus respectivas celdas.
Se trataba supuestamente de los asaltantes Amado Ramón Benítez y Orlando Efrén Benítez Portillo, del extorsionador Carlos Alberto Chávez y de los miembros del PCC Fredy González Delvalle y José Huppes, todos quienes cumplen condenas en la prisión sureña.
Exactamente una semana después, el martes 7 de noviembre, efectivamente, un grupo tipo comando asaltó un camión transportador de caudales de la empresa Prosegur, sobre la Ruta PY01, en el municipio de General Delgado.
Los criminales interrumpieron el tránsito en la carretera, pararon el blindado con tiros de fusil y luego lo abrieron con una bomba.
Sin apuros, los malvivientes sacaron de adentro a los empleados de Prosegur Simón Eduardo Guerreño Amarilla, Miguel Ángel Acosta Mereles, Édgar Lorenzo Chamorro y Ubildo Domínguez Giménez, quienes según datos extraoficiales transportaban hacia Encarnación unos G. 5 mil millones.
Los asaltantes detonaron una segunda bomba, hecha con bananas de dinamita en gel, y destrozaron todo el camión, con lo que también se destruyó casi todo el dinero que había adentro.
Un asesinado, un abatido y un capturado
Aparentemente molestos por el fracaso de su plan, los delincuentes ejecutaron a uno de los guardias de Prosegur, Ubildo Domínguez Giménez, y dejaron herido a otro, Édgar Lorenzo Chamorro.
Uno de los autores materiales del asalto, Vicente Amado Alderete Barrios, también murió en el lugar aparentemente a raíz de un disparo accidental de uno de sus cómplices o por los tiros efectuados por los guardias de Prosegur que reaccionaron al quedar bajo ataque.
Esa misma noche del golpe, la Policía atrapó en San Cosme y Damián a uno de los supuestos logísticos de la banda, Miguel Ángel Valiente Amarilla, quien ayer fue imputado por el fiscal Rodolfo Irán Colmán por robo agravado con resultado de muerte, en calidad de cómplice.
El yaguaronino Miguel Valiente sería uno de los que quemaron en el distrito de Coronel Bogado dos vehículos sobre la Ruta PY01, para evitar que la Policía llegara al lugar del asalto.
Cateos
Recién 24 horas después del fatal asalto en General Delgado, es decir, el miércoles de noche, el Ministerio de Justicia finalmente efectuó los cateos en las celdas de Amado Ramón Benítez, donde aparentemente ya no se encontró nada resaltante; en la de Orlando Efrén Benítez Portillo, donde fueron hallados un celular y un cuaderno de 100 hojas, así como en la de José Huppes, donde había dos teléfonos y un cuaderno de 50 hojas.
Amado y Orlando eran los jefes de la recordada megabanda de asaltantes que luego quedó a cargo de sus lugartenientes Mauricio Paniagua Medina, alias Mauri, y Arcis Diosnel González Alvarenga, alias Rubio, quienes justamente serían los cabecillas de este golpe en General Delgado.
Vicente Alderete, el fallecido, era hombre de confianza de Mauri y Rubio y todos tenían órdenes de captura por los mismos casos. abc