La Cámara de Senadores aprobó rechazar la derogación del convenio firmado entre el Gobierno y la Unión Europea para financiar proyectos en apoyo a la educación. El convenio cuenta con notas reversales a ser tratados en el Congreso que modifican los objetivos y términos del acuerdo.
La derogación de la cooperación fue presentada inicialmente en noviembre del año pasado, en medio de protestas de asociaciones de padres y religiosas por lo que calificaron de intromisión de la Unión Europea (UE) en la malla curricular del Ministerio de Educación (MEC) y la «inclusión de la ideología de género» en el sistema educativo.
Su trámite legislativo incluyó la aprobación en la Cámara de Diputados, el rechazo por el Senado en mayo de este año, la ratificación de los diputados en agosto y, finalmente, su rechazo por mayoría absoluta ayer miércoles.
Ante la posibilidad de derogarse la cooperación financiera no reembolsable de EUR 38 millones (de los que ya se ejecutaron 5 millones de euros), autoridades del Gobierno asumido en agosto iniciaron conversaciones con la UE para modificar los puntos que originaron las protestas.
Esto llevó a la presentación de notas reversales, el 2 de octubre pasado, que modifican el convenio originalmente ratificado por el Congreso en diciembre de 2020.
El rechazo a la derogación del convenio tuvo 33 votos, cumpliendo con la mayoría absoluta (23 votos) necesaria para que la Cámara Alta se ratifique en su sanción del mes de mayo.