La liberal María Corina Machado arrasó ayer en la primaria de la oposición de Venezuela, que definió al rival del presidente Nicolás Maduro en los comicios de 2024, pero la dirigente sufre una inhabilitación que espera revertir en una negociación política con el Gobierno bolivariano, en medio de una mesa de conversaciones instalada a mitad de la semana pasada con el beneplácito de Estados Unidos.
Un primer boletín de la comisión que organizó las internas dio a la exdiputada de Vente Venezuela 552.430 votos sobre 601.110, con 26% de las actas escrutadas.
Su rival más cercano, Carlos Prosperi, quien había denunciado irregularidades en el proceso, obtuvo 28.153 sufragios, y el resto una votación menor a los 5.000, refirió la agencia de noticias AFP.
Machado, una ingeniera industrial de 56 años, promete acabar con el socialismo e imponer una economía liberal, con privatización de empresas públicas como Petróleos de Venezuela.
Entró en la política en 2002 con una ONG que impulsó un referendo revocatorio contra el fallecido presidente Hugo Chávez (1999-2013) y luego fue electa diputada en 2011 hasta su destitución en 2014 por asistir como «embajador alterno» de Panamá a una reunión de la OEA donde denunció supuestas violaciones a derechos humanos durante las protestas que ese año pedían «la salida» de Maduro y dejaron 40 muertos.
«Este no es el final, pero este sí es el principio del final», expresó Machado anoche frente a seguidores en su centro de campaña.
Machado está inhabilitada para ejercer cargos públicos por 15 años, lo cual en teoría le impediría inscribir su candidatura para las presidenciales del año próximo.
La primaria se celebró cinco días después de la firma de un acuerdo dentro de un proceso de negociación entre Gobierno y oposición, que fijó las elecciones presidenciales para el segundo semestre del año que viene con observación de la Unión Europea y otros actores internacionales.
Estados Unidos respondió aliviando por seis meses sanciones petroleras contra el país, aunque lo condicionó a que se levanten inhabilitaciones, un tema en el que el chavismo no quiere ceder.
La sanción contra de Machado, en principio por 12 meses y que terminó en 2016, fue extendida a 15 años el pasado 30 de junio, justo cuando su campaña entró en auge. La Contraloría, encabezada por el ahora jefe del Consejo Nacional Electoral (CNE), Elvis Amoroso, la acusó de corrupción y promover sanciones contra el país.
También enfrenta resistencias internas. Machado ha sido muy crítica de la oposición tradicional y su partido, Vente Venezuela, no integra por ejemplo la coalición Plataforma Unitaria, que negocia con el chavismo en la mesa de diálogo, por lo que queda la incógnita de cómo cambiará el tablero interno.
«Se elige un candidato, el liderazgo de la oposición es otra cosa», señaló el jefe de la Plataforma, Omar Barboza.
El proceso de internas fue organizado por la propia oposición al descartar la asistencia técnica del CNE tras meses de evasivas por parte de esa autoridad, que finalmente propuso a último minuto aplazar el proceso un mes para gestionarlo.
Esto trajo problemas logísticos, como retrasos en la definición de centros -la mayoría en parques, plazas, comercios y hasta casas de particulares- así como la acreditación de miembros y testigos.
A diferencia del sistema electoral automatizado que rige para los comicios organizados por las autoridades, el voto fue manual, y algunos centros se quedaron sin papeletas para votar sobrepasando la estimaciones de participación.
De los 10 aspirantes a encabezar las postulaciones opositoras, las mayores chances recaían en Machado.
Tras el retiro de Henrique Capriles, Roberto Enríquez y Fredy Superlano, quedaron en carrera, además de Machado, César Pérez Vivas, Delsa Solórzano, Andrés Velásquez, Carlos Prosperi, César Almeida, Gloria Pinho, Luis Farías, Tamara Adrián y Andrés Caleca.
Aunque Maduro no oficializó que vaya a buscar un nuevo mandato, se da por hecho que será el candidato oficialista en 2024.