«No se quien eres, ni dónde estarás, me hablaron de ti y que estas muy triste, pido a Dios que te sane y que pronto vuelvas a sonreír, desde Paraguay te envío este regalo para recordarte que te amamos y oramos por vos» forma parte de la carta enviada de un niño paraguayo a uno de Ucrania que quedó huérfano en la guerra.
Es temprano, está amaneciendo, Matias, un niño de 6 años de Carmen del Paraná se levanta ansioso y va a despertar a su madre, está emocionado y se arrodillan al costado de la cama a orar. El motivo, que sus juguetes y otros que compró el día anterior pueda alegrar el corazón de alguien que vive a más de 12.000 km de su casa.
Esta misma película se repite al mismo tiempo en cientos de hogares del Itapúa, es que Matias y otros niños preparan unas cajas cerradas con juguetes que pronto estarán en manos de niños cuyas lágrimas aún no secaron. Se trata de huérfanos y desplazados por la guerra de Ucrania.
Desde la Asociación de Iglesias Bautistas Eslavas tomaron la iniciativa de enviar cajas con regalos que los propios niños prepararon y que ya se encuentran camino a la zona de guerra. Los beneficiarios serán los hijos de soldados caídos, huérfanos o desplazados por este triste conflicto.
La preparación llevó semanas, los benefactores junto a sus padres oraron pidiendo dirección y que estos juguetes de alguna manera les devuelva una sonrisa. En total son 548 cajas, documentadas y que en pocas semanas llegarán a destino.
El Lic. David Szostack destacó el acompañamiento del grupo de jóvenes liderado por Guillermo Zub y su esposa Tatiana Cabrera quienes trabajaron en la coordinación de esta actividad.
«Pedimos a Dios que bendiga estos regalos para los niños ucranianos como así también la ayuda que enviamos desde Paraguay», señaló el Pastor Miguel Lisak.
Este último recordó de qué manera el Paraguay fue de bendición en el pasado para países europeos como destino de migración. Así también remarcó que gracias a esa migración en la década del 30, sus antepasados lograron escuchar el evangelio de Jesús que posteriormente llegó también a la tierra de sus padres.
Además del envío de estas donaciones, desde la Asociación recordaron el deseo de sanidad y del fin de la guerra que ya lleva casi dos años de haberse iniciado.