Ñacunday, la joya del Alto Paraná, pone sus fichas en el turismo sostenible

Dividido por dos ríos, alberga varios saltos, entre ellos el majestuoso Ñacunday. El proyecto de asfaltado de 16,5 km es uno de los grandes sueños que tiene la comunidad para impulsar el turismo.

El distrito de Ñacunday, situado a 65 kilómetros al sur de Ciudad del Este, en Alto Paraná, es conocido como la Capital de las Cascadas, debido a su impresionante tesoro natural: El salto Ñacunday, el cual alcanza 43 metros de altura y 70 m de ancho.

Otros saltos notables en la zona incluyen el Kañy, Punta Yovay, Imperial y Torocua’i, además de contar con una playa natural en Puerto Paranambú. Estos saltos están ubicados dentro del Parque Nacional Ñacunday, bajo la supervisión del Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades).

Este distrito está atravesado por dos lechos importantes: El río Ñacunday y el río Yacu’i Guasu, ambos son tributarios del vasto río Paraná; además de arroyos y manantiales que forman cascadas en su curso.

La historia del parque es fascinante, con una serie de cambios en su designación a lo largo de los años.

Desde su establecimiento inicial como parque nacional en 1973 hasta su transformación en área silvestre protegida en 2014, ha sido un refugio para la biodiversidad y una fuente de asombro para los visitantes.

El parque atrae a estudiantes, investigadores y familias, en general, con tres senderos habilitados para explorar sus tesoros naturales.

En 2022, el atractivo recibió a 2.776 visitantes, en su mayoría paraguayos, aunque también a visitantes de varias nacionalidades, como brasileños, argentinos, norteamericanos, suizos, entre otros.

Desde 2020 se ha implementado una tarifa de acceso al parque, que varía según la edad. Los niños menores de 11 años no pagan, en tanto que los estudiantes de 12 a 17 años abonan G. 5.000 y los adultos en general deben pagar G. 20.000.

El parque está abierto al público de 07:00 a 17:00, todos los días de la semana.

A pesar de su rica belleza natural, el acceso a este paraíso ha sido un desafío debido a la falta de infraestructura adecuada. El asfaltado de un tramo de 16,5 km que conecta el corredor de exportación con el Parque Ñacunday es un proyecto largamente esperado, según el intendente municipal, Rafael Ramírez.

Este proyecto permitirá tener una ruta todo el año, facilitando la llegada de turistas al distrito. El proyecto ya fue aprobado por el Ministerio de Obras Públicas (MOPC) y enviado al Ministerio de Hacienda.

“Este es nuestro sueño. Seguimos esperando que Hacienda apruebe. Nuestro proyecto ha pasado por todo el proceso, solo falta la última palabra y un poco de voluntad para comenzar. No se puede llevar a cabo ningún plan turístico sin un camino de todo tiempo. El costo del proyecto es de G. 84.000 millones”, mencionó Ramírez.

Además, destacó que el municipio invirtió G. 300 millones en la creación de una plaza en el camino hacia el parque, de forma a ofrecer a los visitantes un lugar para descansar a solo un kilómetro del portón de entrada al parque.

A pesar de los desafíos de acceso, existe un esfuerzo conjunto entre la comunidad local, las autoridades y los guardaparques para preservar y compartir este rincón de la naturaleza, promoviendo el turismo responsable y sostenible. La educación ambiental y la concienciación desempeñan un papel fundamental en esta tarea.

 La Secretaría Nacional de Turismo (Senatur) y el Mades cuentan con un convenio marco de cooperación interinstitucional para impulsar acciones relacionadas con el desarrollo turístico ambiental, receptivo y sostenible a nivel nacional; además de convenios específicos para poner en valor el atractivo histórico, cultural y natural del Parque Nacional Cerro Corá.

Los objetivos establecidos en el Plan Estratégico del Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas (Sinsip) de Paraguay son claros en cuanto al fortalecimiento de las comunidades cercanas a las áreas protegidas, por lo que este proyecto contribuirá en este aspecto llegando a algunas comunidades vecinas. UH

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