En conversación con la 730 AM, el fiscal Federico Delfino indicó que con la anuencia del propietario verificaron ayer una casa que fue alquilada por uno de los grupos involucrados en el atentado ocurrido en San Bernardino.
Al hacer la verificación de la vivienda, los intervinientes encontraron que los sospechosos abandonaron sus pertenencias y huyeron. “Lo que nosotros encontramos es que se dejó todo así, juntaron sus ropas y salieron corriendo”, contó.
El investigador aclaró que no encontraron objeto tecnológico alguno ni armas, pero sí ropas y otros objetos personales. “Evidentemente hubo una situación que es de público conocimiento (el atentado en el Ja’umina Fest), juntaron lo que podían y se mandaron mudar”, agregó.
Mencionó que más residencias en las cuales estuvieron otros pedrojuaninos serán verificadas. “Había una zona del anfiteatro que estaba prácticamente copada por personas oriundas de un determinado lugar”, señaló, refiriéndose a Pedro Juan Caballero. “No estaban todos juntos, eran grupos distintos, no se conocían entre sí. Una de las víctimas fatales era de un grupo, y las dos víctimas heridas estaban en otros grupos. Es un gran rompecabezas que estamos armando”, agregó.
Delfino sostuvo por último que recién tras el tiroteo supo de la presencia de los oriundos de PJC (algunos de ellos con antecedentes o pedidos de captura) en San Bernardino y alegó que este tipo de información solo se maneja en las esferas de inteligencia, no así en la parte operativa de control o represión.