Se cumplieron el paso domingo 33 años de la inauguración del Puente Internacional San Roque González de Santa Cruz, que une las ciudades de Encarnación y Posadas.
En el año 1990, los presidentes de Paraguay y Argentina, el general de Ejército Andrés Rodríguez y Carlos Saúl Menem, respectivamente, inauguraban una de las obras de ingeniería más modernas y emblemáticas del Mercosur, el puente Encarnación-Posadas, considerada una obra de unión y hermandad.
La obra fue concebida como indemnización de la Argentina al Paraguay y como herramienta para avanzar en la construcción de la hidroeléctrica Yacyretá. De esta manera, el puente nació como una llave que habilitaba el inicio de las obras.
Ya en mayo de 1988, el Papa Juan Pablo II visitó Asunción y Encarnación y entre otras actividades canonizó a Roque González de Santa Cruz. En aquella ocasión, se habilitó el puente y se permitió que los católicos de Posadas cruzaran por el viaducto para asistir a la misa oficiada por el Papa en la capital de Itapúa.
Asimismo, esta obra obtuvo el premio internacional Puente de Alcántara, entrega llevada a cabo en España, a la obra pública más destacada del período (1989-1990).
Por cuestiones políticas, financieras o técnicas, varios años después de la reunión entre Videla y Stroessner, en la que se acordó la construcción del puente, Menem y Rodríguez se reunirían en un palco ubicado en el límite mismo de las dos naciones para inaugurar oficialmente el Puente San Roque González de Santa Cruz.
Dicho encuentro se realizó bajo un clima lluvioso y algunos periodistas tomaron esto como un mal presagio, quizás vaticinando las interminables colas que sufrirían a diario los Posadeños y Encarnacenos que buscan la integración comercial.