Cuatro pequeños quedan huérfanos, un padre llora desconsolado, y un nombre se suma trágicamente a los tempranos feminicidios de este 2022: Liliana Sanabria, una joven de 24 años, del departamento de Itapúa.
La mujer llevaba solo 3 meses de relación con Arnulfo Cabrera (19), cuando todo acabó para ella. Según vecinos, no era la primera vez que discutían a voces. A él se lo conocía por ser celoso, por ingerir bebidas alcohólicas hasta quedar borracho e incluso se sabía que golpeaba a su madre, de acuerdo a los manifestado por pobladores donde ocurrió el fatal incidente.
Este pasado domingo, por la mañana, la historia no tuvo vuelta atrás. El agresor discutió con Liliana Sanabria y se presume que la apuñaló en el abdomen con un arma blanca. Luego, el presunto feminicida la llevó al Puesto de Salud de Carronay, para ser trasladada al Hospital de Alto Vera. En el camino, ella ya perdió la vida.
El personal de blanco no dudó en llamar a la policía. El médico forense determinó que el deceso se debió a hemorragia interna severa. Al indagar a Arnulfo Cabrera sobre los hechos, relató una versión llamativamente inverosímil.
Dijo que estaba en la pieza con ella discutiendo porque acababa de decirle que se mudaría a Asunción para trabajar, a lo que ella respondió amenazando con hacerse daño. Por los nervios, el decidió salir de la habitación, cuando escuchó gritos y al volver a entrar, ella supuestamente se había incrustado un “machetillo” en el abdomen.
Desde un comienzo, la versión le pareció dudosa y difícil de creer al fiscal Ramón Ferreira, por lo que ordenó la detención inmediata de Cabrera. “En primer lugar, observamos que el ‘machetillo’ indicado por el joven no coincide con la forma de la entrada de la herida. Así que sospechamos que se utilizó otra arma blanca. Vamos a analizar el ‘machetillo’ y ver si tiene rastros de sangre”, explicó el agente fiscal.
Pide ayuda para sus nietos
“Mis cuatro nietos quedarán a vivir conmigo, qué vamos a hacer. Son mi familia. La más pequeña tiene 2 años, luego viene la de 4 años, el morochito de 6, y el mayor, que en marzo cumple 8″, señaló Rodolfo Sanabria, el padre de Liliana.
Rodolfo señaló que es conocido en su comunidad Carronay por ser sincero y trabajador. En varias ocasiones intentó convencerlo a Arnulfo Cabrera que su hija no era para él, por la mala vida de borracheras y violencia que llevaba. “Es un tipo enfermo que le pegaba a su mamá”, lamentó el padre.
Ahora, apela a la solidaridad de la ciudadanía para poder comenzar a mantener a sus nietos que pasarán a vivir con él. A parte de estos pequeños, Rodolfo indica que tiene 11 hijos para mantener y que es un sencillo agricultor que debe esforzarse en gran manera para proveer a su numerosa familia. El contacto del señor Rodolfo es el 0986 672-269.