Con una economía en crecimiento sostenido desde hace más de una década, inflación anual de un dígito, un sistema impositivo simplificado y un clima favorable a los negocios, Paraguay se convirtió para los empresarios argentinos y de la región como un destino atractivo y estable a la hora de invertir.
Los prejuicios que podían existir acerca de qué se trata de una plaza pobre y dominada por la informalidad están siendo reemplazados, en forma acelerada, por una nueva mirada sobre Paraguay. Y hoy su economía se puede jactar de haberse convertido en el último tiempo en un imán para las inversiones de toda la región que descubren en el país condiciones que hoy ya no son tan fáciles de encontrar en otras latitudes.
Mientras la mayoría de los países de la región están girando hacia modelos económicos más intervencionistas y regulados, Paraguay ofrece para los empresarios una fórmula muy seductora que incluye estabilidad cambiaria -hoy la cotización de la moneda local es la misma que tenía en diciembre de 2002, en torno a los 7.100 guaraníes por dólar-, libertad para la transferencia de divisas y una presión impositiva comparativamente más baja que sus vecinos y que se basa en la fórmula del “triple 10″: 10% del impuesto a las ganancias empresariales, 10% de IVA y 10% de rentas personales.
El medio argentino La Nación entrevistó a media docena de empresarios argentinos que hoy están haciendo negocios en Paraguay y que cuentan cuáles son las razones que los llevaron a cruzar la frontera para invertir en el nuevo gran país del norte.
Sin importar el rubro, una de las cosas que más le llama la atención a un empresario argentino que está dando sus primeros pasos en Paraguay es el clima de negocios que se respira en Asunción o Encarnación y que se encuentra a años de luz del desasosiego que se vive de este lado de la frontera.
“Hoy el panorama en Paraguay es parecido a lo que sucedía en los ‘90 en la Argentina, cuando explotó la economía con la llegada de inversiones de afuera y todas las marcas internacionales. El mejor ejemplo es lo que está pasando con los shoppings y las torres de vivienda. Hoy Asunción está toda en obras y se ve mucho más movimiento que en Buenos Aires”, destaca Sebastián Ríos, dueño de Almacén de Pizzas, la cadena argentina de pizzerías que ya inauguró una primera sucursal en El Paseo de la Galería, uno de los principales centros comerciales de Asunción.
“La gran diferencia a la hora de hacer negocios en los dos países es que en la Argentina todo el tiempo te sentís que estás remando en el borde de la catarata, mientras que en Paraguay todo el mundo está invirtiendo, se están inaugurando centros comerciales nuevos y los shoppings que ya existen se están ampliando”, explica Martín Blanco, un argentino que comenzó hace veinte años a hacer negocios en Paraguay y hoy está al frente de Vissmo, una consultora de marketing y branding que asesora a empresas de los países en emprendimientos gastronómicos (su último proyecto es la renovación de todos los patios de comida y minimercados que tiene la petrolera paraguaya Petrobras).
Uno de los rubros en el que son más notorias las diferencias entre los dos países son los agronegocios, que constituyen una de las bases de la economía paraguaya. “Paraguay te ofrece no sólo una economía muy sana, sino también un gran incentivo para hacer negocios desde el punto de vista de los precios. Los campos son relativamente más baratos y el precio de la soja es el de Chicago, menos una prima de 20 dólares que cobran los grandes traders. Acá no hay retenciones, tipo de cambio diferencial o dólar soja. La contracara es que el riesgo productivo es un poco más elevado que en la Argentina por un tema climático. Es una agricultura más tropical en el que los ciclos de lluvia son mucho más importantes, lo que te obliga a elegir muy bien los campos”, señala Matías Carreras, un argentino que vivió doce años en Paraguay y ahora asesora a inversores que buscan invertir en proyectos agrícolas y ganaderos del otro lado de la frontera.
Los empresarios e inversores argentinos además destacan que a diferencia de lo que ocurre en otros países de la región, el panorama político de Paraguay se caracteriza por una visión pro-mercado muy generalizada. “El mercado paraguayo está súper activo, recibiendo inversiones no solo de la Argentina sino de toda América Latina, no solo porque cuenta con un gobierno favorable a los negocios, sino también porque todos los partidos políticos que compiten con posibilidades tienen una visión favorable del mercado, lo que contrasta con la mayoría de los países de la región que viven un giro hacia la izquierda”, explica Federico Gagliardo, presidente de Vitrium Capital, una desarrolladora inmobiliaria que tiene inversiones en toda la región y que ahora avanza con dos proyectos residenciales con su marca 01 Sync en Villa Morra y Mburucuya, dos de los barrios de moda en Asunción.